domingo, mayo 24, 2009

Malvarez, sin la trampa del siempre y del jamás.

CLARO, PARA SIEMPRE !





Si jamás pudiste ver esta pelea, ya sea por edad o porque nunca la volvieron a repetir, quedate bien tranquilo, hay una fuerte explicación para todo esto. La criatura tuvo la mala luna de nacer en la segunda mitad de 1978 y el país entero fue cómplice de ese olvido. Este podría ser uno de los hijos desaparecidos del deporte. Si tenemos la vergüenza de reencontrarlo y reconocerlo, claro.







No bien el árbitro italiano Seryio Gonella hizo sonar el último silbatazo del partido final de la Copa del Mundo de 1978 entre Argentina y Holanda, en el Monumental de Nuñez esa inolvidable tarde-noche del 25 de junio de Kempes y Passarella, el pueblo Argentino se declaró a si mismo Campeón del Mundo para siempre y de tal modo se volcó masivamente a las calles a festejar que empezaba a darle la espalda, pensaría también que para siempre, a esa infame y prolongada era de los "campeones morales" y a su complejo de pueblo triste y esforzado pero perdedor.

Se aunaba al estado de ánimo general el ocultamiento que lleva siempre a cierto periodismo resultadista, a sepultar como fracasos las hazañas que jamás logran ser éxito estadístico o monetario, ya que a veces, las hazañas no se reconocen si no se disfrazan y se ponen el aroma de los únicos resultados que las confirman: el triunfo y el éxito comercial.

Déjenme decir que internamente, como argentino, jamás me sentí cómodo con la estupidéz de tirar este tipo de gesta al Manual de las Cosas que Nunca Fueron (David Lebon dixit).

Porque más allá de mi cuota de ingratitud colectiva creo que sencillamente
fue una hazaña, con todas sus nobles letras y por lo tanto deberíamos seguir recordándola asi, tal como fue. Esto es lo que hicieron hace poco en Trelew, al cumplirse los treinta años de aquél día, el año pasado. Y está perfecto, porque la sensatez madura con el paso de los años y porque ese gran boxeador que fue Juan Domingo El Mingo Malvarez se lo merece absolutamente, creo rotundamente que si.




http://img33.imageshack.us/img33/6269/lopezvmalvarez20005.jpg http://img35.imageshack.us/img35/7818/lopezvmalvarez20006.jpg http://img22.imageshack.us/img22/8154/lopezvmalvarez20007.jpg
http://img23.imageshack.us/img23/1962/lopezvmalvarez20008.jpg http://img29.imageshack.us/img29/6223/lopezvmalvarez20009.jpg http://img22.imageshack.us/img22/5955/lopezvmalvarez20010.jpg
http://img20.imageshack.us/img20/9639/lopezvmalvarez20011.jpg http://img32.imageshack.us/img32/2485/lopezvmalvarez20012.jpg http://img29.imageshack.us/img29/153/lopezvmalvarez20013.jpg



Fue una de las mayores exhibiciones de clase y de estilo técnico que hayan protagonizado los boxeadores argentinos en una pelea fuera de casa, y por un título del mundo. Se podría parrotear eternamente (incluso lo hace el artículo que les dejo debajo) con las sartas de explicaciones facilistas de siempre, recitando que los antecedentes estadísticos siempre lo pronosticaban, con la previsibilidad de las falencias defensivas que el campeón tenía siempre al comienzo de sus combates, y con el estilo de inicio lento y la posterior crudeza con que el Coloradito terminaba mostrando siempre, bla-bla-bla..., no bien entraba en el calor de la refriega. Porque siempre fue aguerrido (claro, de eso no hay duda) y noqueador, como lo publicitaba la televisión. Aunque jamás se atreva nadie a chistarlo. ¿Cómo se va a dudar de lo que te dice la TV...?


http://img32.imageshack.us/img32/1096/lopezvmalvarez20003.jpg


Pero la realidad no te muestra lo que siempre hubiera sucedido. No estaba escrito, para nada. Muestra cosas que ya habían sucedido otras veces en la carrera de Danny Lopez pero otras que no, y que por lo tanto llevan un sentido confirmatorio y también el opuesto. Porque a diferencia de la data previa, pocas veces en la carrera de López tuvo algún cazzo que ver la casualidad y hay diferencias respecto de los antecedentes. Y que de hecho nadie le hizo pasar jamás al Coloradito López, ni antes ni después, un papelón semejante al que el Mingo lo sometió en ese primer round.

La realidad que salta a la vista y aquí si que vale decir "siempre" (que uno repase muchas veces las imágenes de este combate), confirma que Malvarez le administró a Danny Lopez un curso acelerado de boxeo en tres minutos y que le ganó abrumadoramente en todos y cada uno de los escarceos y cruces que tuvieron. que lo paseó como "jamás" lo paseó nadie. Y más aún, las imágenes que son repetidas una y otra vez, reflejan en toda su amarga dimensión la "realidad" que indica que de no haber mediado una mano absolutamente fortuita, milagrosa, "salvadora" si se quiere, Lopez no podría haber vencido nunca en este combate.

Las pruebas más elocuentes de la veracidad que hay en esta temeraria afirmación (aunque ya no pueda considerarse temeraria a 31 años de los hechos) son las que aporta el "Chava" Salvador Sánchez en febrero y en junio de 1980, con las dos soberanas palizas que le propinó a López "en el patio de su casa" (Phoenix, TKO13) una y en forma inmediata (en la revancha de Las Vegas, TKO14) la otra. Y que determinaron sendos triunfos del hombre más certero, más cerebral, más prolijo, en una lucha sin cuartel que se definió, no por la potencia de una sola mano, lo cual se hubiera presentado muy favorable al norteamericano dada la duración de ambas peleas, sino por la acumulación progresiva y beneficiosa de un impresionante e inmenso cúmulo de castigo, que establece a su favor el más exacto de los dos, el mexicano, y con los mismos argumentos de la mayor solvencia técnica y estilística.

Y Malvarez parece Sal Sánchez o Sal Sánchez se parece a Malvarez arriba del ring.
Hay un dejo de parecido físico entre el Mingo de Trelew y el más grande pluma de todos los tiempos. Quizás en los movimientos, o en la altura de ambos, o en el outreach o váya a saber dónde. Pero Sal Sánchez le gana sus dos peleas al Coloradito de manera inapelable, con enormes palizas y "a lo Malvarez". Pegando de cerca, de la distancia en la que siempre se puede recibir, fuhh! esa mano estadística, esperable, sabida y que todo gran campeón debe estar dispuesto a asumir como riesgo propio de su ruda profesión, y que debe aguantar de pie, no importa. Pero en la (distancia) que solo muy contadas veces se saca la lotería de una mano quirúrgica, que explota en el punto de quiebre físico de "cualquiera" y de la forma más inesperada.

Porque cualquiera en boxeo puede ser víctima de un toque perfecto en la sien, en el mentón, en el plexo solar o en el hígado y no hay guapeza posible contra eso. Como tampoco hay nadie que pueda solo con proponérselo, ganar todas sus peleas, incluso ante rivales ampliamente superiores, aplicando ese tipo de golpes siempre.


Le voy a levantar desde acá, a 31 años, el brazo ganador a Mingo Malvarez, aplauso señoressss! Y claro, esta consagración humilde que otorga un hincha, es para siempre.


VIN
______________________



Titulo Pluma del CMB
15 de septiembre de 1978

Superdome de New Orleans, EE.UU.
Danny Lopez vs Juan Domingo Malvarez



http://img17.imageshack.us/img17/4927/lopezvmalvarez20001h.jpg

http://img33.imageshack.us/img33/6269/lopezvmalvarez20005.jpg http://img35.imageshack.us/img35/7818/lopezvmalvarez20006.jpg http://img22.imageshack.us/img22/8154/lopezvmalvarez20007.jpg
http://img23.imageshack.us/img23/1962/lopezvmalvarez20008.jpg http://img29.imageshack.us/img29/6223/lopezvmalvarez20009.jpg http://img22.imageshack.us/img22/5955/lopezvmalvarez20010.jpg
http://img20.imageshack.us/img20/9639/lopezvmalvarez20011.jpg http://img32.imageshack.us/img32/2485/lopezvmalvarez20012.jpg http://img29.imageshack.us/img29/153/lopezvmalvarez20013.jpg

http://img4.imageshack.us/img4/8527/lopezvmalvarez20002.jpg

http://img29.imageshack.us/img29/8301/lopezvmalvarez20014.jpg http://img20.imageshack.us/img20/9438/lopezvmalvarez20015.jpg http://img40.imageshack.us/img40/3406/lopezvmalvarez20016.jpg
http://img7.imageshack.us/img7/5954/lopezvmalvarez20020.jpg http://img37.imageshack.us/img37/1650/lopezvmalvarez20021.jpg http://img12.imageshack.us/img12/2541/lopezvmalvarez20022.jpg
http://img29.imageshack.us/img29/1465/lopezvmalvarez20023.jpg http://img20.imageshack.us/img20/8615/lopezvmalvarez20024.jpg http://img40.imageshack.us/img40/4927/lopezvmalvarez20025.jpg
http://img12.imageshack.us/img12/8409/lopezvmalvarez20026.jpg http://img40.imageshack.us/img40/7926/lopezvmalvarez20027.jpg http://img5.imageshack.us/img5/3456/lopezvmalvarez20028.jpg
http://img26.imageshack.us/img26/6592/lopezvmalvarez20029.jpg http://img15.imageshack.us/img15/4535/lopezvmalvarez20030.jpg http://img13.imageshack.us/img13/6568/lopezvmalvarez20031.jpg

http://img15.imageshack.us/img15/2373/lopezvmalvarez20032.jpg




http://www.maxboxing.com/Groves/Groves112105.asp


Durante el curso de la historia, cierto número de boxeadores se han ganado el mote de “peleadores de la TV”. Los hay de todas las formas, estilos y tamaños. Por ejemplo Chuck Davey era un zurdo rapidísimo, cuyas habilidades boxísticas y su indefinida racha victoriosa lo hacían atractivo para los hombres, mientras que su buena pinta y su educación universitaria lo hacían atractivo para las damas. Fajadores como Ralph “el tigre” Jones y Bob Satterfield eran la satisfacción asegurada de las multitudes y otros como Gaspar Ortega o Chico Vejar podían ser los preferidos si se buscaban peleas largas y entretenidas que permitieran mostrar un mayor número de comerciales.

Algunos de ellos llegaron a ser verdaderamente grandes – Sugar Ray Robinson, Carmen Basilio, Emile Griffith, Willie Pep, Kid Gavilan, Sandy Saddler y muchos otros convirtieron al boxeo en uno de los deportes más populares de Norteamérica durante los ’50s y ‘60s. En los años ‘70s y ‘80s, Roberto Duran, Carlos Zárate, Ray Mancini, Bobby Czyz, Frank “The Animal” Fletcher, Marvin Jonson y Matthew Saad Muhamad son los que figuran entre aquellos que dieron al boxeo muchos momentos fuertes de emoción. En los años más recientes guerreros como Arturo Gatti, Micky Ward, Ray Oliveira, Kevin Pompey y Ricky Hatton han continuado la tradición de manera muy digna.


Uno de los más grandes “peleadores de la TV” entre todos ellos, fue Danny “El Coloradito” Lopez, cuyas peleas a menudo derivaban hacia soberbios melodramas, en los que siempre se reponía de castigos recibidos en la primera parte del combate y luego de manera imprevista, lograba concretar nocauts espectaculares. A menudo ingresaba al ring vistiendo coloridos trajes indígenas en honor a la herencia materna, pero su poderoso estilo arriba del ring era mexicano puro, como lo era su padre. Sus suaves modales, su humilde personalidad aparecían en profundo contraste con la ferocidad que mostraba adentro del encordado. En una época en que las peleas eran habitualmente vistas por la ABC, NBC y CBS, el nombre de López era garantía de peleas tremendas y de altísimos encendidos.


El ejemplo más conspicuo de la leyenda de López ocurrió el 15 de septiembre de 1978, cuando defendió su título pluma del CMB contra Juan Malvarez, como pelea preliminar en la revancha entre Muhammad Ali y Leon Spinks. Más de 63.000 personas abarrotaban el Superdome para ver a Ali convertirse en el primer mortal en acceder al logro de tener tres títulos mundiales de peso pesado. Pero mientras que esperaban por la atracción principal, López les ofreció un aperitivo inolvidable.


Un López de 26 años (37-3, 35 Kos) hacía su cuarta defensa del cinturón pluma del CMB que había tomado de David “el Veneno” Kotey en su suelo natal de Ghana. López disfrutaba un exitoso 1978 en el que ya había obtenido dos nocauts de seis rounds, uno sobre Kotey el 15 de febrero, en el semifondo de Ali-Spinks I y el otro sobre el brasileño Jose De Paula el 23 de abril. Con 125 libras y media, López portaba el segundo peso más liviano de su reinado hasta entonces (ya que en la pelea contra Jose Torres del 13.09.1977 había registrado solo 125 lbs)


Malvarez (43-7-6, 22 KOs) parecía una foja en blanco, pero para los sudamericanos ya era muy familiar. La oportunidad por el título ante López constituía la décima pelea de Malvarez en 1978. La buena noticia era que estaba 8-0-1 al llegar a la pelea con López y la mala era que el empate en 10 rounds con Ramón Reyes en San Juan-Argentina, había tenido lugar hacía solo seis semanas atrás. No muchos pensaban que Malvarez pudiera ser el “elegido” para destronar a Lopez, pero las vulnerabilidades defensivas del “Coloradito” aseguraban que el argentino iba a machacar sobre eso.


Malvarez, que era el más bajo de estatura, respetuoso del poder de López salió dispuesto a imprimirle ritmo a la contienda, circulando agradablemente en ambas direcciones mientras que López lo iba siguiendo y lanzaba algunos jabs para controlar la distancia. Malvarez fue el primero que rompió las acciones con un raudo gancho y un doble jab, el segundo de los cuales aterrizó de manera violenta. El argentino explotaba su ventaja de velocidad lanzando el jab y escurriéndosele antes de que López pudiera siquiera reaccionar. El retador había encontrado un ritmo muy cómodo mientras que López con su arrancar tardío luchaba por encontrar la distancia.


A solo treinta y siete segundos de haber comenzado la pelea, los problemas de Lopez empeoraron. Una combinación de tres golpes –una derecha en directo, un gancho de izquierda y una derecha a la oreja- tumbó a López sobre su flanco derecho, desatando una marejada de estupor hacia la multitud. El “Coloradirto” que ya se había encontrado muchas veces anteriormente en esa misma situación, retomó la compostura mientras se incorporaba a la cuenta de dos y dirigía su mirada hacia el otro extremo del ring. López sacudía su cabeza en desacuerdo mientras que el árbitro italiano Marcelo Bertini le recitaba la obligatoria cuenta de ocho, pero si existía alguien calificado para manejar una situación así, esa era López. Aunque no sería sencillo.


Malvarez le acertó un gancho a la mandíbula y otra combinación de ganchos con la derecha unos segundos después. El argentino sabía bien que él no era un boxeador que noqueara, así que inteligentemente retornó a la táctica de pegar y salir, que había llevado antes a la caída. López continuó su tarea de caminar hacia Malvarez, pero sus andanadas seguían quedándose a mitad de camino de un blanco que continuamente se le cambiaba de lugar.


López intentó llevar a Malvarez hacia las cuerdas, pero el retador le metió un sólido gancho y salió girando hacia su derecha, liberándose de la trampa que le tendía López. Este colocó un directo de derecha bastante decente pero Malvarez le replicó con un uno-dos de izquierda y derecha más profundo. Malvarez estaba teniendo un primer round de ensueño, entrando y atrapando al campeón certeramente y en forma contínua una y otra vez. Lleno de confianza, Malvarez le tiró una combinación de cuatro golpes, impactando el tercero -un gancho de zurda- de manera violenta. Y luego otro combo de ganchos de izquierda y derecha se estrellaron en el mentón de López y finalmente otro gancho más, desparramó a López contra las cuerdas. López parecía a la merced de Malvarez, pero el argentino resistió la tentación de ir al intercambio con López, y se apartó hacia el centro del ring.


Recostado contra las cuerdas, Malvarez esquivó un jab de López y súbitamente le estampó una combinación de gancho de izquierda y cross de derecha que claramente conmovieron al campeón. López regresó empecinado a la caza de su rival alcanzando al escurridizo Malvarez con un ténue gancho y una derecha un poco mejor, mientras Malvarez se escabullía furtivo. El argentino culminó el mejor round que quizas haya peleado en toda su vida con una derecha-izquierda-derecha a la mandíbula de López.


"Tratá de mantenerte más cerca de él" le decía Benny Georgino a López mientras lo masajeaba furioso y le ponía vaselina a la cara sin marcas de su pupilo. "Escondé la barbilla porque te va a salir a rematar".


Malvarez empezó el segundo round en su bicicleta, buscando duplicar su éxito del primero. Falló una apertura con gancho de izquierda pero el segundo de un doble jab al cuerpo entró pesado. Un uppercut de derecha se dibujó muy cerca del rostro de López, pero el siguiente gancho de izquierda combinado con cross de derecha aterrizó justo en el blanco e hizo que el campeón trastabillara. El estadio rugió convencido de que Malvarez tenía todos los atributos para concretar un batacazo en uno de los mayores escenarios del boxeo.


El argentino también parecía estar convencido, y saltó a consolidar esa ventaja. Pero López le sacó un bombazo ante su agachada y un directo de derecha que de casualidad no dieron en el blanco. Malvarez volvió al ataque una segunda vez, marrando un pesado gancho y se retractó nuevamente. La tercera vez que el argentino se lanzó hacia adelante, López ya tenía preparada la respuesta.


"El Coloradito" sacó una tremenda derecha que hizo que Malvarez retrocediera un paso. Imprudentemente Malvarez volvió a querer meterse, esta vez detrás de uppercut derecho. Después de tirale un suave jab, López remató con un solo golpe, conmocionante, perfectamente sincronizado como el cañonazo de un howitzer, que encontró a Malvarez viniendo hacia él y que lo divorció de su consciencia. La posterior seguidilla de izquierda-derecha estaba de más, ya que Malvarez se desplomó sobre la lona. El argentino se dobló sobre su estómago, frotándose la naríz reiteradamente con los guantes mientras Bertini finalizaba la cuenta de 10. Malvarez quedó en cuatro patas sobre la lona y seguiría así durante dos minutos completos.


"Realmente que no esperaba que el arrancara así tan rápido," le dijo López a Howard Cosell. "La verdad que me sorprendió cuando me tiró con ese par de de buenas combinaciones en el primer round. Permanecí con calma y empecé a buscar mis manos, poniéndolas un poquito más altas para evitar que me llegara, y finalmente pude meterle yo un buen golpe que resultó ganador"


La pelea duró solo tres minutos y cuarenta y cuatro segundos, de los cuales López perdió todos excepto los últimos 10. Por eso es que el boxeo - y los fajadores como Danny "El Coloradito" López - tenían tanto éxito televisivo. En esta era de los realities de la TV, no existe ningún deporte que sea más real que el de la dulce ciencia.


Epílogo: López volvió al ring solo 37 días después de batir a Malvarez, ganando una pelea por descalificación en cuatro rounds ante Fel Clemente. Continuó con tres defensas exitosas ante Roberto Castanon (KO 2), Mike Ayala (KO 15 en la que fue Ring Magazine’s 1979 Fight of the Year) y Jose Caba (KO 3) antes de ser destronado por Salvador Sánchez (KO en 13). Luego de perder la revancha con Sánchez en 14 vueltas el 21 de junio de 1980, López se retiró del boxeo a los 28 años por sugerencia de su entrenador Benny Georgino. López pasó a trabajar para un número de companías de construcción y probó su experiendia en el entrenamiento de otros boxeadores. Pero nada podía compararse a las emociones de un combate, fue así que a los 39 años de edad, López volvió a los rings para ver si todavía podía. Como pudo comprobarse, no podía, y el peleador de clubes Jorge Rodríguez lo detuvo en dos rounds, por lo que el ex baluarte de los rings debió retirarse para su bien. Aunque sus ocho defensas de título se destacan favorablemente en relación a otros que ya han sido encumbrados en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo, el nombre de López todavía no ha salido en las votaciones.


Malvarez peleó 36 veces más en los siguientes cinco años, alcanzando un record de 27-4-5 (16 KOs). Menos de dos meses después de pelear con López, Malvarez ganó el título argentino de los plumas con un nocaut en el undécimo round a Julio Alegre. Siete luchas después, ganó el cinturón pluma sudamericano de otra victima de López, Jose DePaula. Luego de otras seis victorias, Malvarez alcanzó la segunda oportunidad de disputar el título mundial ante el monarca de la AMB Eusebio Pedroza, pero el gran panameño lo detuvo en nueve rounds. Fue la última chance de Malvarez de obtener honores mundialistas, aunque continuó defendiendo sus títulos argentino y sudamericano. Mario Miranda lo noqueó a Malvarez en un round por el título continental latino CMB de la categoría pluma, empatando luego con Fernando Sosa el 4 de junio de 1982. En una revancha con Sosa, Malvarez perdería el título pluma argentino pero terminó su carrera con una victoria por nocaut en seis rounds sobre el ex campeón mundial supergallo de la AMB, Sergio Victor Palma, el 4 de junio de 1983. El record de Malvarez, de acuerdo a Boxrec.com, terminó en 70-12-11.



___________________________

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buenas todas las definiciones. Yo ví esa pelea en casa (tenía 15 o 16 años) y era seguidor de las peleas de televisión, por lo que lo conocía al colorado. Recuerdo que mi viejo (QEPD) hablaba y hablaba de lo boxeador que era Malvarez, yo le decía "un fenómeno, pero que el colorado no lo cace con una mano porque le arranca la cabeza". Se reanuda la pelea y el colorado PUM, le arrancó la cabeza nomás. Yo no pude reprimir una carcajada (no por Malvarez, Dios no lo permita) sino por las taradeces que decía el comentarista (creo que era Biondi, Humberto) que ya tenía un historial de hablar al dope con los famosos puños de cristal de Mate Parlov (Pobre cuello...) Lo que creo es que si bien Malvarez era un boxeador exquisito, el coloradito no era sólo una mano de suerte. Porque si fuese así, las estadísticas del boxeo serían otras. A Malvarez no lo venció una mano de suerte, le pegó uno que sabía que ten{ía una sola oportunidad y tuvo la suerte de encontrarla. Pero no perdamos de vista que hay demasiados boxeadores que por más oportunidad que tengan, no te acuestan de un bife. (salvo Mate Parlov, que con puños de cristal y todo nos dejó con un campeón menos...y se había retirado el Carlos, que si no...)