domingo, mayo 03, 2009

Pacman vs Hitman, el combate que no fue

Pacman vs Hitman




Nada de lo que prometía el afiche de HBO hubo de concretarse. Para la madrugada de hoy, los dos guerreros, la guerra de los dos mundos en una noche, los doce rounds, el 50 y 50 por ciento de las chances y otras expectativas parecían haber quedado a años luz de nuestra galaxia.
Horas después del triturador descenso de la verdad sobre el ring del MGM de Las Vegas, hasta su principal víctima ya ha recuperado la alegría de convivir con ella.

Lo que ocurrió no deja ni sombra para las tenues luces de incertidumbre que se proyectaban de la anterior presentación de Pacman frente a De la Hoya. No se vió nada que pueda rescatarse para el análisis, más que la fría contundencia de los tres o cuatro ganchos a la cabeza que necesitó Manny Pacquiao para terminar retirando del boxeo (por segunda vez en menos de seis meses) a otra de las contadas y excluyentes estrellas de las ventas de PPV.

Todas las especulaciones previas acerca de este cruce, como diría Neruda "se gastaron inválidas, profesionales". La ficción especulativa, tanto la científica como la puramente dilettante, fueron hartamente superadas y vencidas por la realidad con un fulminante y ominoso KO2.

Ominoso y agraciado Ko2

Porque otra vez la realidad es el mejor de los sueños para un importante gajo de nuestro planeta tierra (unos cien millones de almas que hablan en idioma tagalo y el resto del admirado mundo del boxeo) que se separa del mismo y se zambulle de cabeza en esa misma realidad que hasta ayer era de dura miseria y que ahora, por un buen rato, pasará a ser

Ominoso y agraciado Ko2
Porque otra vez la realidad es el mejor de los sueños para un importante gajo de nuestro planeta tierra (unos cien millones de almas que hablan en idioma tagalo y el resto del admirado mundo del boxeo) que se separa del mismo y se zambulle de cabeza en esa misma realidad que hasta ayer era de dura miseria y que ahora, por un buen rato, pasará a ser remanso de alivio a las penurias.

Quedó para otra vez, para una otra próxima oportunidad, la posibilidad tan esperada de develarse el misterio más temido. Hasta el próximo capítulo deberemos seguir conviviendo con la incertidumbre de no saber dónde quedan los límites y el punto de quiebre para este serio (y a la vez risueño), boxeador de todos los tiempos.

Hatton comenzará el descenso hacia el olvido. Porque la afición olvida rápidamente a los héroes caídos trágicamente, pero mucho más aun cuando son vencidos de este modo. Ni siquiera habrá de perdurar su temerario y efímero anhelo de hace unas horas, ese que repetía a todo quien quisiera oirlo, el de que su mayor ambición era la de alcanzar el máximo reconocimiento de ser considerado el mejor libra por libra.

Cayó de la peor manera imaginable y deja el sabor agridulce de no poder contar más que las esquirlas que dejó la detonación. La batalla de los mundos fué como una colisión... como una colisión del sol con la tierra.
En su portal KO12, Manuel Blanco realiza una extraordinaria cobertura y un racconto de las principales conclusiones que nos deparó este obnubilante combate que no fue.


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Pacquiao trituró a Hatton ¡en 6 min!


Sólo dos asaltos se tomó el filipino para dar por tierra con el crédito británico.

Hatton desnudó sus falencias y Pacquiao elevó su figura hasta lo más alto de este deporte consumando una performance soberbia y estableciendo diferencias entre él y el resto...

http://img156.imageshack.us/img156/2527/pacmann.jpg


Pacman vs Hitman, 
El Combate que no fue




En el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, se midieron a doce vueltas (sin título "de peso" en juego) el filipino Manny "PacMan" Pacquiao 48-3-2 (36ko) y el británico Ricky "The Hitman" Hatton 45-1 (32ko).
Las cámaras dispuestas en los camarines del estadio devolvían la imagen de un Pacquiao relajado, y de un Hatton tensionado...
A la espera de la caminata que lo llevara hacia el ring, la sonrisa de Pacquiao, su ansiedad por dirigirse al cuadrilátero, era comparable a la de un chico con ganas de que comience el recreo... Saludando en su camino al cuadrado, se lo vió contento como pocas veces se ve a un púgil que está a punto de enfrentarse a un desafío de esta envergadura.
Esta imagen sólo se vió transfigurada al cruzar las cuerdas, cuando se dirigió a su rincón a rezar sus oraciones, como acostumbra siempre. Una vez terminado el rezo, la seriedad desapareció otra vez, para dar paso a una serenidad absoluta.
Hatton por su parte, se mantuvo siempre serio, algo nervioso tal vez. Digamos que "circunspecto", en el sentido estricto de la palabra.
Las parcialidades, exultantes de ambos lados. Fabuloso el colorido de unas y otras banderas. Notable algunas de ellas entremezcladas, algo que todavía puede ofrecer este deporte y que muy pocos otros pueden lograr (ni hablar del fútbol por caso).
Al tañido del primer campanazo Hatton achicó enseguida, entró en clinch y comenzó a ensuciar el pleito. Atrás quedaron los buenos modos que la afición creyó adquiridos luego de ver algunas imágenes de entrenamientos previos del británico, ahora a las órdenes de Floyd Mayweather (entrenador y tío del Pretty Boy, su verdugo).





Empellones, como de costumbre, clinchs, golpes en la nuca... A Pacquiao le costó un poco acostumbrarse a la maraña y al revuelo propuestos por Hatton.
Pero pronto comenzó a encontrar los claros para conectar sus ganchos de izquierda (recordemos que es zurdo).
Y el jab de derecha se hizo presente también temprano para abrir el camino a las combinaciones.
Pero fué una mano "no combinada" (difícil decir "aislada" cuando el filipino conectó tantas) la primera que puso a Hatton en la lona. "The Hitman" avanzó linealmente, tirando como de costumbre sin mucho tino y con pocos recaudos defensivos, cuando el "PacMan" le soltó un gancho de derecha (que venía anunciando, no se trató de un golpe sorpresivo) que lo clavó literalmente de bruces en la lona.
Es de lo más fácil caer en la metáfora de la lidia de toros en un combate de Hatton. Pero es que resulta casi imposible recurrir a otro símil...
El británico escuchó la cuenta para incorporarse y atacar nuevamente en forma taurina para recibir -luego de algunos empujones, clinchs y de quedar contablemente en rojo en los intercambios- otro gancho que lo depositó en el tapete. Esta vez de izquierda...
La campana puso fin al martirio del de Manchester.
Pero el descanso no fué tal ya que dura sólo un minuto y "La Pesadilla de Manila" se hizo carne una vez más para Richard John Hatton, tal su nombre completo.
Una vez más "The Hitman" asumió el rol del toro (¿cómo es que en lugar de este mote no le han puesto "Raging Bull" o algo así?) y Pacquiao, como le caía justo, el de matador.
Promediando el asalto el filipino hizo lo que los aficionados supusieron como un desplante al cambiarle golpes "de tu a tu" al británico teniendo recursos de sobra como para evitar ese riesgo.
Es que Pacquiao -a pesar de la tan temprana altura del combate- despreció todo lo que Hatton pudiera hacer. Un abismo medió entre las condiciones de uno y otro. Abismo que se reflejó en el desarrollo y resultado del pleito...
Las diferencias de velocidad fueron notables y Hatton fué poco a poco recibiendo unos cuatro golpes por cada uno que a duras penas conectaba (luego de lanzarse con la cabeza como ariete, amarrar y empujar).
Casi sobre el final del segundo asalto una mano izquierda, ni recto ni gancho, casi ascendente, partió desde bien atrás para estrellarse en plena mandíbula de Hatton. Fué un golpe tan limpio y de efecto tan contundente que antes de que el cuerpo de Hatton cayera tendido todo el estadio sabía que jamás se incorporaría sin ayuda de terceros...
El fallo oficial indica que a los 2:59 del 2º asalto Pacquiao derrotó por KO a Hatton.
El filipino luce cada vez más sólido con el devenir de los combates, sin importar en qué división los realice ni la talla de sus rivales.


http://img395.imageshack.us/img395/383/pacman2.jpg


Lo de esta noche fué una muestra cabal, explícita y casi obscena, de superioridad entre dos Top-Ten.
Ahora en el horizonte asoma una posibilidad de medirse ante Floyd Mayweather Jr. en las 147 libras...
Considerando los rivales en común y los resultados, de ser Floyd iría poniendo las barbas en remojo.
El "Pretty Boy" obtuvo un fallo cuanto menos discutido ante Oscar de la Hoya mientras que Pacquiao lo mandó al retiro dándole la peor paliza de su carrera, con el ingrediente de que saltó dos divisiones para realizar este combate.
Floyd dominó a Hatton y lo puso KOT10 en las 147, división en la que el británico demostró su escasa competitividad. Pacquiao en cambio demolió a Hatton en su "división natural", en la que muchísimos expertos lo catalogaron como el Nº1 por años.
Mientras Floyd busca la ocasión eligiendo los rivales y la división más conveniente para pelearles -como hizo con el propio Hatton y ahora con Juan Manuel Márquez- Pacquiao pelea con quien sea y en la división que sea... ¡Y los aplasta!








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