WHY CARLOS IS THE " KING "
POR QUE CARLOS ES EL "REY"
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por Jim para todos |
Me rompí los dientes en el deporte del boxeo a mediado de los 60's. Por ese entonces el deporte estaba saliendo de un período lúgubre, de campeones que aunque tenían talento, les faltaba carisma.
Fue Cassius Clay, que luego pasaría a llamarse Muhammad Alí, el que le dió energía a este deporte y le abrió las puertas a un grupo de boxeadores que a mediado de los 70's se convirtieron por esa época en una verdadera "Era Dorada" del boxeo.
Fueron esos boxeadores que me moldearon la mentalidad de lo que es el boxeo. Se trató de de un quién es quién del talento y de una sólida generación de futuros candidatos al Salón de la Fama. Jose Torres, Dick Tiger, Bob Foster, Emile Griffith, Jose Napoles, Carlos Ortiz, Ismael Laguna, Vincente Saldivar, Eder Jofre, Fighting Harada y Ruben Olivares. Y había más, muchos más....
Y aquél que para mi sobresale en esa era, fue en mi humilde opinión el MEJOR mediano de los últimos cuarenta años. Y no hago este comentario con liviandad. Incluyo la consideración de talentos como los de Joey Giardello, Dick Tiger y campeones más recientes como Marvin Hagler, Sugar Ray Leonard, Thomas Hearns, Michel Nunn, James Toney y el campeón de hoy, Bernard Hopkins.
Tengo sumo respeto por todos los boxeadores que mencioné pero en retrospectiva, tengo que poner a Carlos por encima de todos ellos. Y acá el por qué...
En 102 combates profesionales Carlos Monzón nunca fue noqueado. Estamos hablando de tiempos en los que las peleas por el título eran a quince rounds. Hablando con un famoso periodista amigo, el lo describía como una bestia. Y yo pensé, qué perfecto adjetivo para describir a Monzón. Todas las veces, con cualquiera que se enfrentó siempre dejó la impresión de ser mucho más fuerte. Hubo algunos que eran más listos. Eran más rápidos, o incluso quienes se consideraba que eran mejores pegadores, como el temible Bennie Briscoe, pero la fortaleza y la determinación de Monzón superó todos los desafíos. Antes de renunciar a su corona, Carlos tuvo catorce defensas exitosas.
Y déjenme decirles que sus defensas de título NO FUERON infladas. Por aquellos días en que los campeones se lanzaban a hacer excursiones fuera peso y peleas en las que no estaba en juego el título,... bueno Carlos tuvo lo suyo. Pero algunos de los hombres que enfrentó y venció en esos encuentros eran del mismo calibre que los rivales que ha tenido que enfrentar Bernard Hopkins en defensas de titulo mandatorias. Cada vez que Carlos puso en juego su título fue de manera usual ante rivales legítimos y formidables.
Monzón era un producto muy poco conocido cuando tuvo la chance de enfrentarse al rey de los pesos medianos Nino Benvenuti. Era claramente el de menos chance. Carlos se fajó y se trenzó en la lucha mientras que Nino se la pasó quejándose al referee. Poco a poco la resistencia y el poder de Monzón comenzaron a minar el enorme talento de Benvenuti. En el duodécimo asalto un Benvenuti que se mantenía en pie por orgullo y corazón fue tumbado por toda la cuenta con un derechazo fulminante. Había comenzado el reinado de Carlos Monzón. Fiel a su garra carlos se batió con lo mejor que había para competir. Acabó con Nino fácilmente en una revancha. Siguienron sus defensas contra el gran Emile Griffith. Lo paró a Emile en la primera pelea. Cuántas personas, más que Rubin "Huracán" Carter, pueden decir que noquearon a Emile Griffith en esa época. Si, Emile sobrevivió los quince rounds a la distancia en una segunda pelea con Carlos pero peleó demasiado a la defensiva y no hizo lo suficiente para recuperar el título. Después vendrían defensas contra el retador oficial, ex campeón mediano junior y eterno contendiente Denny Moyer. Eliminaría dos veces la amenaza del francés Jean Claude Bouttier. Que si estuviera peleando por estos días, con toda la fragmentación de títulos que hay seguro que habría ganado alguno.
Carlos volvería a medirse y a vencer a Bennie Briscoe en una revancha y luego, como si se tratara de completar su legado se enfrentaría y vencería dos veces a su adversario número 1, el muy subestimado Rodrigo Valdéz. Permítanme acotar al pié que en su moneto de esplendor, Rodrigo Valdéz hubiera sido un hueso duro para Hagler, etc... El era para la categoría mediano de la época lo que Esteban De Jesús era para la divisón de los livianos durante el reinado de Roberto Durán. Era un gran boxeador que apareció en el momento y en el lugar inoportunos. Luego de vencer dos veces a Valdéz y cimentar sus pretensiones como número uno de los medianos en todo el mundo, Carlos tomó la sabia decisión de retirarse. A mitad de sus treinta y gozando de un atractivo estilo de vida Carlos fue lo suficientemente listo para como dar el paso al costado.
El tiempo de retiro no fue el camino de flores que Carlos soñó. Y ese es un artículo que quedará para otro día. El hecho es que mientras fue campeón, Carlos eliminó las amenazas de algunos adversarios verdaderamente formidables.
Reconozco la pasta de Bernard. Y de Marvin también. Pero lo siento, Carlos les hubiera ganado a ustedes dos.
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