lunes, octubre 27, 2008

El gris legado de Pernell Whitaker


Sweet Pea



Seguramente suene herético el solo considerar la posibilidad de excluir a Pernell Whitaker, campeón mundial de 4 diferentes categorías, de una de las plazas entre los 50 máximos boxeadores de todos los tiempos.
Dependiendo del rasgo de comparación estilístico o estadístico que se elija, Pernell ofrece un amplio abanico de virtudes excepcionales que, a simple vista, lo pintan como merecedor seguro de una de esas plazas.

Y aunque es improbable que se le pueda situar al tope absoluto de alguna calificación de "mejor de," luce sobrias credenciales tanto en el campo del amateurismo como rentado, que obligan a repasar cuidadosamente su performance de boxeador notable e impiden soslayar su contínua referenciación y relevancia histórica.
 


Los números hablan con voz inapelable. Su exitosa carrera eleva la cotización de sus acciones por aspectos de una enorme resonancia. Por citar un ejemplo, Pernell pertenece al selecto grupo de los 9 cuádruples "con coronas de entidades mayores" (WBC, WBA, IBF, WBO & WWE). Que además fue campeón Olímpico y Panamericano con más de 200 peleas amateurs, y por si eso fuera poco, apenas cumplido el plazo mínimo de su post-retiro del profesionalismo (2006) resultó inmediatamente ungido al Salón de la Fama del Boxeo.

Sin embargo, más allá de los destacados lauros y reconocimientos en el plano formal de la competición, después de haberse enfrentado con casi la totalidad de los mejores de su época (una dilatada carrera profesional que abarca casi 17 años entre 1984 y 2001) no hay en su historial remunerado, ni una sola victoria concluyente frente a los adversarios de mayor fuste.


Pernell Whitaker vs José L.Ramírez ( I )



Apenas si se destacan dos o tres victorias incontestables frente a serios prospectos como el caso del KOT6 a Miguel Santana, el otro KO1 a Juan Nazario y un tercer KOT11 a Diosbelys Hurtado (en dos de estos casos se trata de oponentes invictos).

Porque con todo, ninguna de esas tenues celebridades (de consistentes avales, por cierto), alcanzaban a compararse en quilates al resto de las luminarias que le jalonaron su reputable camino: Roger Mayweather, José Luis Ramirez, Greg Haugen, Azumah Nelson, Poli Diaz, Jorge Páez, Harold Brazier, Rafael Pineda, James McGirt, Julio Cesar Chávez, Julio Cesar Vasquez, Wilfredo Rivera, Oscar De La Hoya, Andrei Pestriaev o Félix Trinidad.
 

Y ahí precisamente estriba la endeblez principal de sus credenciales. Con todas y cada una de esas figuras renombradas la resolución de los pleitos no llegó sino -siempre e invariablemente- al cabo de la totalidad de los rounds pactados.

Y para que la historia quedara escrita de ese modo, no hay nada más determinante ni relevante que las razones que fácilmente surgen al observar a Pernell en acción. Fue siempre un fiasco de peleador. Tuvo siempre una gran mezquindad hacia el derroche franco del castigo. Y su parquedad hacia la lid directa contrasta más fuertemente con su cualidad de múltiple campeón. Por lo que esa permanente renuencia a medir rigores con el rival solo puede pasar inadvertida o quedar disimulada para quien mistifique exageradamente sus dotes de boxeador defensivo o de out-fighter todo~terreno.

Pernell Whitaker vs Oscar de la Hoya
No se trataba de su estilo personal. Ni de la típica cuestión de extremar cautelas con ciertos rivales de prestigio. No era algo defectivo en si, ni que tuviera la peculiaridad de una excepción. Fue solo su persistente renuencia a trabar combate lo que dificulta su entrada segura al Panteón de los "Grandes" y lo que logra dejar expuesto al descubierto el verdadero talón de Aquiles de su saga. Fue un boxeador de casta, elegido, señalado con la marca de un "all-around best," que transitó una época llena de nombres fuertes y superpoblada de promesas, pero que al mismo tiempo portaba uno de los de corazones más discretos, casi pusilánime, que jamás hayan habitado el pecho de un campeón del mundo deportivo.



¿Cuál fue el legado real de
Pernell Whitaker?
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Fue demasiado dotado en términos físicos, en talentos atléticos, en portentos boxísticos de elegancia, de velocidad y precisión casi quirúrgicas. Fue un privilegiado de aptitud y predisposición al aprendizaje y hasta abrazó la ambición de emular la estirpe que desciende en línea directa de la vieja escuela del "boxeo fino" de Pepp, de Robinson, Louis y Alí. Una línea superadora de desaliños y creadora de armonías estéticas dentro del ring. Pero lo estropeó todo con una rara pequeñez.


El oscuro origen del déficit de su vocación ofensiva, lo sitúa a millas de la verdadera consagración que muestran los cinturones y medallas.

Y fue también ese lamentable desapego al jaleo lo que condujo a tenerlo alternando entre los roles de víctima o beneficiario de fallos generalmente refutables. Su contradictoria miscelánea de virtudes excelsas e impresentables actitudes de impudor bélico, confundían la apreciación objetiva de su trabajo arriba del ring. Fue tan así que casi todos los cruces importantes de su carrera, con los más memorables a la cabeza, pueden calificar para la infame historia de las decisiones más polémicas.
Su singular tendencia a la mofa, al descaro, al arrebato burlesco, especialmente delante del rival que se le viene a plantar en tono adusto o circunspecto, solo denuncian cuán enclenque podía ser la fortaleza anímica de Pernell Whitaker frente a la de otros colegas campeones de boxeo.

Y todo ese conjunto perceptible de "intangibles" aspectos estadísticos es lo que le valió un ocasional repudio o aborrecimiento de una buena parte de público amante del boxeo practicado con corrección, con hidalguía, y sobre todo con agallas. La mueca bufonesca rozaba a veces la deslealtad. Y su caso omiso al fragor, su opaco enredo con la comicidad, su recelo por esquivar el roce de contacto físico, por eludir la mortificación de la pugna del cuerpo a cuerpo, frecuentemente lo presentaban de una actitud lindante con la de la huida.
Pernell Whitaker vs. Anthony Jones

Fue medalla de plata de boxeo, categoría ligero, en el Mundial Amateur de Munich de 1982, medallista de oro en los Panamericanos de Caracas 1983 y Oro en los Juegos Olímpicos de Los Angeles en 1984. Habiendo cruzado guantes desde los 9 años, completó una ruta de 214 combates en el amateurismo. Con base geográfica en el ring del estadio Norfolk Scope de su Virginia natal, dio los primeros pasos largos en el boxeo profesional al vencer a Alfredo Layne y a Roger Mayweather por decisión. En marzo de 1988, en su decimosexta salida rentada, perdió en Francia ante el campeón ligero del WBC, el mexicano José Luis Ramírez en polémica decisión dividida. Un año más tarde conseguiría coronarse por el título IBF al derrotar por DU12 a Greg Haugen en Virginia. Tomó revancha -esta vez con fallo unánime- de Ramírez en una pelea unificatoria WBC/IBF disputada en su ciudad natal, y se agregó el cetro de la WBA luego de derrotar a Juan Nazario en Nevada en agosto de 1990. Para julio de 1992 desposeyó del título welter júnior de la IBF a Rafael Pineda por DU12, inmediatamente del cetro welter del WBC a James McGirt con otra DU12 en marzo de 1993 y seis meses después, en la primer defensa de esa faja, tuvo la más polémica de todas sus disputas al empatar en 12 rounds con el legendario Julio Cesar Chávez. Luego de refrendar exitosamente con las tarjetas en otras dos ocasiones, incluyendo la revancha de McGirt. Para marzo de 1995 subió 6 libras para retar al campeón súper welter WBA, el argentino Julio Cesar Vásquez, en New Jersey. Desairando los convites de Vásquez para afrontar el intercambio de fuego durante todo el combate y apelando a maniobras reñidas con la ética del fair play, obtuvo su enésimo fallo unánime al cabo de 12 vueltas, logrando en este caso su cuarta corona, de la que no alcanzaría a realizar ni una sola defensa. Su reinado welter se extendió hasta abril de 1997, fecha en la que transitaba ya 33 años y había comenzado su etapa de declinación boxística. Un joven Oscar De La Hoya de solo 24 años lo venció por unanimidad y sin atenuantes, señalándole la puerta de salida de los rings, que solo se extendería durante otros tres intentos vanos de recuperación de sus fueros: Andrei Pestriaev, donde a pesar de triunfar por puntos resultó descalificado al comprobársele doping positivo de cocaína, Félix Trinidad que le venció por DU12, y Carlos Bojorquez, en lo que sería su última aventura profesional y que terminara perdiendo por abandono en el sexto round a causa de una fractura de clavícula.
WHITAKER vs POLICARPO DIAZ

Ante el Potro de Vallecas, Campeón Europeo






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