sábado, octubre 25, 2008

Fallece Santos Zacarías, a los 83

El Rigor y la Pasión

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"Voy a seguir hasta que me muera. Acá, en el ring, soy feliz"


Él mismo había sido boxeador profesional en las categorías welter y mediano (hasta llegó a combatir con un medio pesado: el uruguayo Dogomar Martínez) por un período de tiempo entre 1948-1950, aunque sin mucho para destacar. Porque fue depués de su retiro, a los 28 años, cuando comenzó a trabajar en el Almagro Boxing Club y al poco tiempo, en el viejo gimnasio del Luna Park de la calle Lavalle, que comenzó a forjar lo que sería el mayor legado de su paso por el boxeo: su magistral capacidad para formar boxeadores. Para modelarlos en un sentido integral, para dotar a sus pupilos de muchas más aptitudes que las que otorga la mera administración de los elementos del ring. Tenía un carácter severo, difícil aveces.

Pero era un hombre muy respetuoso de las reglas y de la ciencia de su oficio. Era muy exigente y rígido con sus pupilos, pero era un padre postizo para todos ellos. Era un apasionado de Gardel en la música, de Lanús en el fútbol , de Joe Louis en el boxeo, había nacido en Lomas de Zamora un 1º de noviembre de 1923. Y entre los muchos afortunados que podrían testimoniar de la dicha de recorrer los cuadriláteros del mundo y salir airosos, a cuenta de la técnica y de la clase amasadas a la sombra de este maestro, figuran nombres como los de Carlos Salinas, Enrique Jana, Juan Carlos Sosa, Carlos Martinetti, Sergio Víctor Palma, Juan Martín Coggi, Alberto Sicurella, Juan Carlos Villarreal, Rodrigo Benech y Eduardo Alvarez.

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Llevó a Sergio Víctor Palma a la consagración mundial el 9 de agosto de 1980, cuando conquistó el título de la Asociación Mundial ante Leo Randolph en Spokane. Pero sin dudas, su mayor producto pugilístico sería el del Fighierense radicado en Brandsen, Juan Martín Látigo Coggi, quien también se convertiría en el ariete y catalizador de sus encuentros y desencuentros con el recordado promotor Juan Carlos Tito Lectoure y luego también con el representante de "Látigo," Osvaldo Rivero.

Coggi al igual que Palma, llegaron a las "manos" de "Don Santos" casi desde sus inicios. Palma era la realización de su gusto boxístico, era como una máquina programada para mandar en la pelea y con los recursos físicos y de variedad de golpes necesarios, como para sostener la iniciativa siempre y ante cualquier tipo de rival. El de La Tigra-Chaco fue su invento reluciente, fue una confiable máquina de ganar entre los años 1976 y 1982, años en los que paseó su andar demoledor ante todo tipo de rivales, de modo casi incontestable. "Su" tecnología era tal que casi no encontró respuestas contemporáneas. La estrella de Sergio Victor Palma que se desdibuja recién cruzando la barrera de los 30 años, apenas encuentra 1 derrota ante del límite en 62 peleas profesionales. Pero el santafecino Coggi fue su "obra maestra". Ya que llegó a sus manos como un diamante en bruto y demostró ser la pieza dócil y disciplinada que encajaba de maravillas en el mecanismo de esa dedicada, tozuda y durísima rutina que les imponía Santos Zacarías a todos sus pupilos. Y el fenómeno Coggi termina por ser el producto más acabado de esa escuela.



Porque esa durísima preparación y ese manejo patriarcal de Santos Zacarías fue lo que llevaría al zurdo de Brandsen, al ignoto boxeador de ese entonces, a protagonizar el enorme batacazo de vencer por nocaut en tres rounds al sensacional Hugo Ariel "Pajarito" Hernandez en el Luna Park, arrebatándole la corona argentina de los welters livianos y mucho más: la herencia de una chance por el título mundial, que pajarito ya tenía prácticamente acordada con los sucesores del fallecido Rodolfo Sabbatini, agentes del campeón de entonces y vencedor de Ubby Sacco, el italiano Patrizio Oliva.

"Aprendí que para ganar afuera hay que noquear"


Es alli cuando el exitoso Tito Lectoure, artífice de tantos grandes campeones, debe abandonar a la fuerza la construcción de su marketing con pajarito y volcarse a operar en favor de un nuevo producto que no estaba en su cartera. Y para terminar de convencer a los hijos de Sabbatini de lo "accesible" que sería este campeón argentino para Patrizio Oliva, (Coggi terminaría poniendo nocaut al italiano y logrando su título mundial el 7 de mayo de 1988) Tito no encontró mejor recurso -para asegurarse ese combate- que el de desmerecer las virtudes de Látigo, ("A Hernandez le ganó de casualidad" llegó a declarar Tito) algo que caló muy profundamente en la sensibilidad de Zacarías y que llevó años después a aquel distanciamiento con Lectoure, que significaría el cierre del Luna Park para el boxeo durante varios años. (en 1987 Lectoure se peleó a los gritos con "Don Santos" y lo echó de su gimnasio del Luna Park. Zacarías pasó entonces a trabajar en las instalaciones de la Federación de Box.)


La Asociación Mundial de Boxeo y la Federación Argentina de Box comunicaron oficialmente su profundo pesar por el fallecimiento del entrenador argentino Santos Zacarías. A continuación los textos completos de las circulares.

La AMB Lamenta La Muerte De Zacarías

La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) lamenta profundamente el fallecimiento del prestigioso entrenador argentino Santos Zacarías, ocurrida a los 82 años de edad en la madrugada del viernes en Buenos Aires debido a un ataque cardíaco.

Nacido el 1 de noviembre de 1924 en Buenos Aires, Zacarías era conocido por ser un gran maestro del boxeo y, entre muchos otros boxeadores, tuvo a su cargo a los ex campeones de la AMB, Sergio Victor Palma (supergallo, 1980-1982) y Juan Martin Coggi (superligero, 1987-1990/1993-1994/1996).

La AMB lamenta esta irreparable pérdida y envía sus condolencias a la familia de Zacarías. Que su alma descanse en paz.

Turmero, 24 de agosto de 2007

Gilberto Mendoza

President

Gilberto Jesus Mendoza

Executive Vice-President

LA FAB EXPRESA SUS CONDOLENCIAS A LA FAMILIA ZACARÍAS

El viernes 24 de agosto, por la madrugada, a los 82 años de edad, falleció de un paro cardíaco el gran maestro de boxeo Santos Zacarías, hacedor de grandes campeones, entre ellos los mundiales Sergio Víctor Palma y Juan Martín Cogí.

Padre de Alberto (su heredero en la lid de la técnica boxística), de Claudio (ex futbolista) y de Silvia (esposa del ex jugador de fútbol Jorge Higuaín), Zacarías fue el único hacedor de dos campeones mundiales desde su inicio. Falleció en su casa de Palermo, mientras dormía junto a su esposa.

La FAB expresa sus más profundas condolencias para familiares y amigos, a la vez que queda eternamente agradecida por su aporte encomiable hacia el deporte de los puños durante toda una vida, a quien le dio frutos imborrables, y por todo el ambiente reconocido y valorado.

En la actualidad, junto a su hijo Alberto, Santos seguía el manejo de más de 50 boxeadores. Sus apéndices boxísticos, Carlos Martinetti, Sergio Victor Palma y Juan Martín Coggi son socios en Martinetti International, un gimnasio modelo que apunta a la capacitación técnica de jóvenes boxeadores y pretende ser una fábrica de boxeadores profesionales. El mismo hijo de Coggi, Martín "El Principito" y Leonardo "El León" Gonzalez son algunas figuras de ese proyecto.

Juan Martín Coggi, de quien el inefable Santos se desligó abruptamente después de la derrota ante Loreto Garza en 1990 (a causa de diferencias por la selección de rivales), lo definió como "mi segundo padre" y en el día de su fallecimiento tomó la posta del rincón de Alberto Zacarías en una pelea de Rosario, en la que uno de sus buenos pupilos ganó por nocaut. Quizás ese fuera el mejor reconocimiento y homenaje a la estatura de este verdadero patriarca de nuestro deporte.


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