Demasiado Rodaje Para Winky Wright

Cuando el ZURDO se cruzó en
el camino de WINKY WRIGHT

21-08-1994

Saint-Jean-de-Luz, Pyrénées-Atlantiques,
France
Julio Cesar Vasquez vs Ronald Wright 

Era la novena defensa de su título superwelter AMB, título que el santafesino se había procurado en 1992 al vencer al noqueador japonés Hitoshi Kamiyama. Tenía por entonces 28 años y estaba en el prime de su carrera. Juntaba la experiencia de haberse cargado sin miramientos, al temible panameño Aquilino Asprilla (KOT1), al ascendente español Javier Castillejo (DU12), al ex campeón "Superman" Aaron Davis (DM12), al invicto Juan Ramon Medina(DU12) y al campeón ruso y futuro monarca CMB Ahmet Dottuev (KOT10) entre otros. Utilizando siempre su misma fórmula sencilla, la de subir el paso de las acciones hasta llegar al demoledor ritmo que era su marca registrada, un ritmo intolerable, donde su fortaleza y guapeza natural, su extraordinaria pegada, su capacidad aeróbica y su resistencia notables, doblegaban con suma solvencia a todos quienes se cruzaban a trajinarle la tarea. Recién en 1995, el huidizo Pernell Whitaker encontró alguna manera de poder abordar y torear a este búfalo resollante que caminaba siempre para adelante y colocaba detonantes golpes con incontenible constancia. Porque no era para nada un buen negocio plantarse a pelear a alguien de la talla del zurdo Vasquez.

El norteamericano Ronald Lamont Wright (Winky), aun no lo sabía. Era entonces una jóven promesa de 23 años con 25 peleas ganadas (18 KOS) que había salido del gimnasio de un tal Dan Birmingham y debutado en 1990 y que solo contaba con una campaña de 16 combates exitosos -bien que marcadamente selectivos- entre rivales de poca o escasa mención y sin haber salido nunca de su Florida natal, ni haber traspasado tampoco el límite de los 8 rounds. Solo dos veces había corrido hasta los 8 capítulos. Pero Winky pensaba en grande y después de cumplir el segundo año de carrera profesional se embarcó de gira por Europa, con el auspicio promocional de los hermanos Acaries y la companía de Ike Quartey como sparring, con quie nestablecería una suerte de productivo intercambio de estilos.

Luxemburgo, Alemania, Francia y Mónaco fueron los nuevos escenarios que presenciaron el espectacular rodaje inicial de Ronald Wright. La oportunidad de combatir con Julio Cesar Vasquez le llegó entonces de manera natural, luego de cinco categóricos triunfos en el primer round, otro en el segundo y solo uno más en la quinta vuelta. Firmó por una bolsa de 50.000 dólares y a partir de allí, el entusiasmo dentro de su troupe fue enorme, tal vez exagerado, como se pudo ver después. Porque Vasquez venía con un invicto de 51 combates, habiendo peleado ya 74 rounds de campeonatos mundiales, casi la misma cantidad que Winky llegaría a juntar recién en 2006, casi al final de su dilatada carrera profesional. Por eso en cuanto a experincia y fogueo, había un mundo de distancia entre ambos. Y eso fue lo que quedó en evidencia durante todo el combate.

"...the last knockdown was a push. I was so tired my daughter could have pushed me down..."

(...la última caída fue un empujón, estaba tan cansado que hasta mi hija me podría haber volteado)

(Mala memoria de Winky. Acá se ve cómo el potente derechazo sacude primero su cabeza y después el resto de su cuerpo. Las anteúltimas revelan algo más: el "empujón" le aterrizó entre la nariz y la boca)

Winky era una estrella en ciernes. Estaba llamado a ser protagonista de la siguiente década, múltiple campeón de la categoría superwelter, y contendiente mundial de los pesos mediano y supermediano que seguiría dando que hablar durante los siguientes 14 años. Pero aquella vez, ante el zurdo Vasquez, debió morder el polvo de una derrota tan dura que casi lo deja de a pie. Que no fue fácil de digerir. Muchos fueron los pretextos que se buscaron trantando de entender y encontrar la manera de explicar vánamente este difícil trance. Se habló del abrupto cambio de clima, pero eso valía solo para las primeras presentaciones o para una pelea de invierno en Alemania, porque el verano francés de Saint Jean-de-luz en los Pirineos, era lo más parecido a Florida que tuvo en toda su campaña europea. Dan Birmingham, su entrenador buscó la escusa de las botas demasiado nuevas que lo llevaron a resbalar las primeras tres caídas, pero la displicencia de Winky tuvo mayor parte en el asunto, porque aceptó los durísimos intercambios que propuso el campeón y como pocas veces antes o después, se vió arrastrado y superado, por un volúmen de envíos mayor que el que podía manejar, yendo generalmente a la defensiva, y preocupado por responder de cualquier forma a los desbordes del campeón, quedó más de una vez tan mal parado que anduvo cinco veces por el piso.

Una de las mejores noches en la vida del zurdo, que fue una máquina trituradora de las ambiciones del futuro campeón. La gloria de esta página es quizás solo equiparable, por significado, a la que conseguiría un año después, recuperando este mismo título (dejado ante Whitaker) por un KOT11 a Carl Daniels en Filadelfia.

Este triunfo ante Ronald Wright adquirió la verdadera y definitiva proporción solo después, con el paso de los años. El mismo Winky admite hoy que el zurdo fue el único rival que lo superó "realmente" arriba de un ring, pero fue además el único que consiguió tumbarlo en toda su carrera. Winky fue cinco veces al suelo, y a pesar de todo, probablemente a partir de la impresión de paridad que predominó durante la mayor parte de las acciones, tuvo la indulgencia de los jueces que vieron una "apretada" victoria del argentino por escasos 3, 4 y 5 puntos de margen.

Marcos A. Torres 115-110 Ove Ovesen 114-110 Marcial Vargas 113-110.