De qué se ríe la Hiena
33-0-0 (30 ko's!). Ese era el record del brasileño Acelino "Popó" Freitas al momento de subirse al entablado del Miami Arena de Florida el 9 de agosto del 2003 para su decimosegunda defensa de título mundial superpluma de la OMB y tercera por la AMB. Y muy pocas cosas podían ebullir en su sangre antes de salir de su rincón, más que el incontenible deseo de acabar cuanto antes con la carga de tensión insufrible que su challenger argentino, Rodrigo la "Hiena" Barrios había logrado darle a este pleito, a partir de un nivel inusual de artillería verbal, bravuconadas, petulancias y descalificaciones gratuitas, con las que Barrios había buscado captarse la atención del primer mundo boxístico y crear la más alta expectativa generada por un boxeador argentino en los Estados Unidos, desde la década de los ochenta.
Bien podría suponerse que "La Hiena" meramente tensaba las cuerdas publicitarias y de difusión de la pelea, de la manera que más o menos le podría estar exigida por el establisment. Eso sería probablemente conveniente y funcional a los intereses de todo el mundo. Pero "Popó" no sentía que hubiera que agradecerle nada a Barrios. Barrios se había burlado de sus pergaminos de campeón delante de cuanto micrófono se le hubiera acercado. Y Freitas no veía la hora de ver a un Barrios forzado a abandonar esa cáscara de altenaría y forzado a adoptar el necesario respeto delante la clase y el poder de un boxeador de su calibre.
Pero Barrios no iba a respetarlo por sus pergaminos, ni iba a adoptar ninguna precaución. Salió hacia el centro del cuadrilátero con la misma falta de respeto que exhibió desde que supo que la pelea se hacía. Mientras recibían las instrucciones del árbitro, "Popó" no pudo contenerse ni un segundo más y le expetó sus gentilezas en portugués. Se escucha luego que la "Hiena" le grita "Te voy a arrancar la cabeza". Eso debe haber terminado de convencer a "Popó" de que sus sentimientos actuales en el ring eran algo nuevo, y de que, definitivamente, esta pelea nunca podía terminar así nomás.
Después, Barrios salió a abrumarlo. No a boxearlo como él sabe, sino a querer noquearlo como saliera, haciéndolo tropezar con el banco si fuera posible. Abierto, descubierto, despreocupado y salvaje ante uno de los noqueadores de mano más tremenda de su categoría. 30 nocauts en 33 peleas debe ser haber sido buena mano o buena suerte. Y esa suerte o buena mano la debe haber seguido manteniendo "Popó", porque en el primer cruce lo corta en el ojo y la "Hiena" deberá seguir parándose la hemorragia durante los siguientes 10 rounds.
Pero la valentía de la "Hiena" es enorme y a pesar de perder, gana igual por muchos motivos. La difusión de su imagen en los Estados Unidos fue enorme (después él mismo se encargó de arruinar esa imagen de un solo plumazo), tan grande como disminuida quedó la imagen de "Popó", que a pesar de demostrar por lejos una mejor ciencia, se comió las peores manos de la noche.
Tal vez, de haber terminado en pié, ganaba por puntos. Pero de haber ganado por puntos dificilmente la "Hiena" hubiera dejado la imagen de fajador salvaje que dejó en ese momento. Algo que la tv y el showtime necesitan como al aire y por lo que están dispuestas a pagar tan fuerte.
La categoría de los superplumas con nombres como los de Manny Pacquiao, Marco Antonio Barreras, Erik Morales, Juan Manuel Marquez, Oscar Larios o Jorge Solís, ha estado seguido en las transmisiones centrales de Las Vegas.
Esa pelea con "Popó" en Agosto del 2003 (que fue su debut internacional) significó que Barrios se metiera de lleno entre esos nombres caros. Enseguida tuvo una segunda chance por el título y fue campeón en abril del 2005, en una pelea que le ganó a un modesto americano llamado Mike Anchondo, en una noche desastroza, y se alzó con el título de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Al ser campeón, fue captado por la promotora "Golden Boy Productions" de Oscar De la Hoya que le organizaron dos defensas ante rivales accesibles como el puertorriqueño Víctor Cholito Santiago y el húngaro Janos Nagy. Todo iba sobre rieles. En la tercera se lo llevaron a Las Vegas, para lucirse con rival más que adecuado, como el dominicano Joan Guzmán que tiene algunas cosas buenas, pero que otorgaba la ventaja de venir subiendo de categoría para enfrentarse a la "Hiena", quien ya estaba asentado en ese peso desde hacía mucho tempo. Barrios se preparó bastante bien en la Argentina. Pero irresponsablemente, la noche anterior al pesaje abusó de los líquidos y quedó 2 libras afuera, en un segundo pesaje pudo bajar media libra, pero la verguenza, el bochorno, el título y la bolsa, se fue todo al tacho de la basura. Despues, debilitado, subió al ring a pelear para salvar un poco las ropas y perdió, o lo vieron perder, por puntos. En ese momento le cayó la ficha. Dijo humildemente que había escarmentado y que volvería a ser campeón en breve. Su propio entusiasmo le fue contagiando las ganas a su gente y en abril de este año le abrieron (re-abrieron) las puertas del Luna Park para que empezara a redimirse de sus tropelías. Noqueó en cuatro vueltas al tailandés Decho Bankluaygym, no sin antes pasar alguna que otra "zozobra" como una caída que le propinó el oriental después de una insólita parada de la pelea durante 10 minutos a causa de la irrupción en el ring, de un ex boxeador con una pancarta, que hizo que todos se desconcentraran. Al reanudar, reiteró el viejo error que tuvo ante "Popó", se fue ciego y abierto a querer comerse al thailandés y el thailandés lo empocó y lo sentó.- Si bien fué un solo golpe y después puso las cosas en su lugar, quedó demostrado que sigue teniendo algunos defectos incurables. Así volvió al ruedo, le dieron el título Sudamericano de la AMB, y quedó otra vez posicionado en el mundo: 3ro. para la AMB, 6to.para la FIB, 17mo. para el CMB y en la OMB está creo que también está 3ro. Ahora, como se sabe, se está re-entrenando para ir por el titulo el CMB que tiene el mexicano Juan Manuel Márquez, el valiente guerrero que le empató a Manny Pacquiao, la pelea estaba programada para este 15 de septiembre pasado en Las Vegas, bajo el mismo auspicio de Golden Boy Promotions y HBO, pero imprevistamente la pelea se canceló debido a que una comisión médica le diagnosticó múltiples rasgones en la retina de ambos ojos. La "Hiena" se sometió a una operación de la que fué dado de alta el pasado 3 de agosto. En el interín, la pelea de Marquez que fue reprogramada con Ricardo Rocky Juarez, que a la véz también se canceló por una lesión en la mano derecha del campeón.
Bien podría suponerse que "La Hiena" meramente tensaba las cuerdas publicitarias y de difusión de la pelea, de la manera que más o menos le podría estar exigida por el establisment. Eso sería probablemente conveniente y funcional a los intereses de todo el mundo. Pero "Popó" no sentía que hubiera que agradecerle nada a Barrios. Barrios se había burlado de sus pergaminos de campeón delante de cuanto micrófono se le hubiera acercado. Y Freitas no veía la hora de ver a un Barrios forzado a abandonar esa cáscara de altenaría y forzado a adoptar el necesario respeto delante la clase y el poder de un boxeador de su calibre.
Pero Barrios no iba a respetarlo por sus pergaminos, ni iba a adoptar ninguna precaución. Salió hacia el centro del cuadrilátero con la misma falta de respeto que exhibió desde que supo que la pelea se hacía. Mientras recibían las instrucciones del árbitro, "Popó" no pudo contenerse ni un segundo más y le expetó sus gentilezas en portugués. Se escucha luego que la "Hiena" le grita "Te voy a arrancar la cabeza". Eso debe haber terminado de convencer a "Popó" de que sus sentimientos actuales en el ring eran algo nuevo, y de que, definitivamente, esta pelea nunca podía terminar así nomás.
Después, Barrios salió a abrumarlo. No a boxearlo como él sabe, sino a querer noquearlo como saliera, haciéndolo tropezar con el banco si fuera posible. Abierto, descubierto, despreocupado y salvaje ante uno de los noqueadores de mano más tremenda de su categoría. 30 nocauts en 33 peleas debe ser haber sido buena mano o buena suerte. Y esa suerte o buena mano la debe haber seguido manteniendo "Popó", porque en el primer cruce lo corta en el ojo y la "Hiena" deberá seguir parándose la hemorragia durante los siguientes 10 rounds.
pelea completa
Pero la valentía de la "Hiena" es enorme y a pesar de perder, gana igual por muchos motivos. La difusión de su imagen en los Estados Unidos fue enorme (después él mismo se encargó de arruinar esa imagen de un solo plumazo), tan grande como disminuida quedó la imagen de "Popó", que a pesar de demostrar por lejos una mejor ciencia, se comió las peores manos de la noche.
Tal vez, de haber terminado en pié, ganaba por puntos. Pero de haber ganado por puntos dificilmente la "Hiena" hubiera dejado la imagen de fajador salvaje que dejó en ese momento. Algo que la tv y el showtime necesitan como al aire y por lo que están dispuestas a pagar tan fuerte.
La categoría de los superplumas con nombres como los de Manny Pacquiao, Marco Antonio Barreras, Erik Morales, Juan Manuel Marquez, Oscar Larios o Jorge Solís, ha estado seguido en las transmisiones centrales de Las Vegas.
Al ser campeón, fue captado por la promotora "Golden Boy Productions" de Oscar De la Hoya que le organizaron dos defensas ante rivales accesibles como el puertorriqueño Víctor Cholito Santiago y el húngaro Janos Nagy. Todo iba sobre rieles. En la tercera se lo llevaron a Las Vegas, para lucirse con rival más que adecuado, como el dominicano Joan Guzmán que tiene algunas cosas buenas, pero que otorgaba la ventaja de venir subiendo de categoría para enfrentarse a la "Hiena", quien ya estaba asentado en ese peso desde hacía mucho tempo. Barrios se preparó bastante bien en la Argentina. Pero irresponsablemente, la noche anterior al pesaje abusó de los líquidos y quedó 2 libras afuera, en un segundo pesaje pudo bajar media libra, pero la verguenza, el bochorno, el título y la bolsa, se fue todo al tacho de la basura. Despues, debilitado, subió al ring a pelear para salvar un poco las ropas y perdió, o lo vieron perder, por puntos. En ese momento le cayó la ficha. Dijo humildemente que había escarmentado y que volvería a ser campeón en breve. Su propio entusiasmo le fue contagiando las ganas a su gente y en abril de este año le abrieron (re-abrieron) las puertas del Luna Park para que empezara a redimirse de sus tropelías. Noqueó en cuatro vueltas al tailandés Decho Bankluaygym, no sin antes pasar alguna que otra "zozobra" como una caída que le propinó el oriental después de una insólita parada de la pelea durante 10 minutos a causa de la irrupción en el ring, de un ex boxeador con una pancarta, que hizo que todos se desconcentraran. Al reanudar, reiteró el viejo error que tuvo ante "Popó", se fue ciego y abierto a querer comerse al thailandés y el thailandés lo empocó y lo sentó.- Si bien fué un solo golpe y después puso las cosas en su lugar, quedó demostrado que sigue teniendo algunos defectos incurables. Así volvió al ruedo, le dieron el título Sudamericano de la AMB, y quedó otra vez posicionado en el mundo: 3ro. para la AMB, 6to.para la FIB, 17mo. para el CMB y en la OMB está creo que también está 3ro. Ahora, como se sabe, se está re-entrenando para ir por el titulo el CMB que tiene el mexicano Juan Manuel Márquez, el valiente guerrero que le empató a Manny Pacquiao, la pelea estaba programada para este 15 de septiembre pasado en Las Vegas, bajo el mismo auspicio de Golden Boy Promotions y HBO, pero imprevistamente la pelea se canceló debido a que una comisión médica le diagnosticó múltiples rasgones en la retina de ambos ojos. La "Hiena" se sometió a una operación de la que fué dado de alta el pasado 3 de agosto. En el interín, la pelea de Marquez que fue reprogramada con Ricardo Rocky Juarez, que a la véz también se canceló por una lesión en la mano derecha del campeón.
"Me siento sumamente feliz y espero que me llegue de nuevo la enorme oportunidad para disputar el titulo mundial superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la entidad más importante del mundo boxístico"
Para evitar segundos papelones en la balanza, los promotores le sugirieron tomar la dirección técnica del excelente entrenador mexicano Rudy Pérez. Y por ahora deberá esperar fecha y nuevo rival, que de no mediar sus viejas mañas de "Hiena" le podrían devolver la sonrisa a corto plazo. Porque el tiempo lava y cicatriza las heridas de la vergüenza cuando un boxeador está dispuesto a regar con sangre, sudor y lágrimas el encordado, de la manera que lo hizo aquella vez frente al brasileño Acelino "Popó" Freitas.
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Fue Noticia
POR DANIEL GUIÑAZU
Ese medio minuto selló el destino final del combate. Freitas (59,867 kg) encontró la tregua que necesitaba para sobrevivir en pie. Y a Barrios (58,514 kg) lo terminó de desbordar la ansiedad. Se abalanzó sobre el brasileño buscando la definición que suponía inminente. Y en el segundo 180 de un round inolvidable, sobre el tañido de la campana (y no después como insinuó Mario Arano, el manager de “La Hiena”), Freitas descubrió un claro sobre la quijada de Barrios y disparó un derechazo de arriba a abajo que fulminó al argentino. Barrios se fue al piso dando toda la impresión de que resultaba imposible que pudiera levantarse. Cuando lo hizo, no sabía dónde y por qué estaba parado y sus piernas tenían la misma solidez que dos columnas de papel mojado.
Los 50 segundos que duró el 12º y último round estuvieron de más. Freitas volvió a derribarlo a Barrios con un cross de derecha a la sien. “La Hiena” volvió a pararse e intentó cambiar golpe a golpe pensando que era posible ganar de milagro en un intercambio, pero pronto se dio cuenta de que no podía. Quiso amarrarlo al bahiano, pero se fue al piso. Cuando se incorporó, estaba tan mareado que el referí no tuvo dudas: decretó el triunfo de Freitas por KOT (el 31º por fuera de combate en 34 combates) y la derrota de Barrios, la segunda en 38 peleas y la primera antes del límite. Hasta ese momento, las tarjetas de los jurados reflejaban el tenso equilibrio que gobernaba en la pelea: Freitas ganaba 106-103 en la de Denny Nelson; en la de Guy Jutras, Barrios iba adelante 106-105 y en la de Peter Trematera, los cómputos daban un empate en 105. Líbero lo tenía a Barrios con ventaja: 106-103.
¿Qué conclusiones debe extraer “La Hiena” de esta ilusión que dejó de ser? En principio, ratificó que tiene un corazón que se le escapa del pecho. Del round 1º en adelante, cuando Freitas hizo diferencias a partir de la solidez de su zurda en jab, peleó a punta de coraje. Y se sobrepuso a un corte bravo debajo de la ceja izquierda que le apareció en el round 3º, que le ensangrentó el rostro y que su rincón nunca pudo controlar. Esavirtud terminó convirtiéndose en su principal defecto: apostó todo a llevárselo por delante a Freitas con su estilo desmañado. Forzó la pelea con su torso echado hacia adelante y sus piernas en avance permanente, pero sin golpes efectivos, a excepción de los dos que derribaron a Freitas. Y en esa búsqueda insaciable, sacrificó línea y eficiencia. Barrios expuso un temperamento conmovedor, emocionante, imposible de dejar de admirar. Le faltaron lo que tuvo Freitas siempre, aun en los peores momentos: orden y un plan de pelea.
Pero ni siquiera esa carencia debe impedir reconocer que “La Hiena” se consagró, pese a la derrota, como un boxeador de escala internacional. Justificó sus posiciones en los rankings mundiales (3º en la Asociación y 2º en la Organización). Y quizás, ahora más que nunca, las puertas del boxeo grande de los Estados Unidos se hayan abierto de par en par para él. Arthur Pelullo, el manejador de Freitas, fue cauto a la hora de asegurar la revancha e insinuó que, luego de desembarazarse de Barrios, “Popó” apunta al desquite con el cubano Joel Casamayor, a quien le ganara las coronas superpluma de la AMB y OMB en enero del 2002, y luego a desafiar a Floyd Mayweather por el título de los livianos del Consejo. Si Freitas-Barrios llegaran a pelear otra vez, será en el 2004 (¿en enero quizás?). Antes, “La Hiena” deberá tomarse un largo descanso para recuperarse de la media hora más intensa de su existencia, resistir las tentaciones de retornar a una vida mediática que lo aparta de sus objetivos y seguir haciendo buena letra sin desviaciones, mientras espera que su teléfono suene desde los Estados Unidos. Llamadas va a haber, eso es seguro. Siempre harán historia los guapos de verdad como él.
Fue Noticia
La Hiena fue una cosa seria
El espectacular combate Freitas-Barrios por los títulos del superpluma brasileño fue –entre otras cosas– conmovedor. En ese dramático undécimo round en que la balanza de la resolución se inclinó hacia uno y otro lado, se condensó la esencia del boxeo: lo dramático, la incertidumbre, la agonía y el éxtasis. La Hiena perdió, pero sacó patente definitiva de grande.
POR DANIEL GUIÑAZU
De Alí-Bonavena tuvo el drama. La lucha conmovedora contra la adversidad de aquel que, siendo menos que el otro, logra ser más y que en las vísperas, cuando todo está por ser conseguido, se queda sin nada, no puede, se frustra, eso sí, con los dientes apretados y con la rabia explotándole en cada poro de su cuerpo exhausto.
De Galíndez-Kates tuvo la sangre. Las heridas que pintaron de rojo la vida de la pelea y que, como aquella vez, tiñeron de escarlata hasta la camisa del árbitro. A más sangre, más coraje. A más coraje, más sangre.
El peleón Barrios-Freitas de la medianoche del domingo se pareció bastante a estas grandes peleas que forman parte de la mejor historia del boxeo argentino. A la epopeya de “La Hiena” le faltó un final feliz porque a los noqueadores fulminantes como el brasileño siempre les queda un segundo para poner la mano y dar vuelta todo. Pero, aun en la derrota, nadie podrá reprocharle nada a Barrios. En la noche más importante de su vida como peleador, puso la piel, el alma, la sangre y algunas otras cosas más sobre el ring del Miami Arena y no le alcanzó; nada más ni nada menos que eso.
En los tres minutos del 11º round se condensó la esencia del boxeo. Lo dramático, lo incierto, la polémica, la agonía y el éxtasis de un deporte que se nutre de emociones potentes como las que regalaron “Popó” y “La Hiena”. En ese asalto, un 1-2 (partida de zurda y derecha en directo) de Barrios llegó justo sobre la mandíbula nunca demasiado resistente del brasileño y lo mandó a la lona, como ya había sucedido en el 8º asalto. El bahiano se levantó rápido. Y, vacilante pero no conmovido, tuvo un gesto de picardía que quizás, le terminó valiendo la victoria. Escupió su protector bucal, el árbitro Jorge Alonso lo recogió de la lona, lo hizo enjuagar en su rincón, lo volvió a poner en su boca y reabrió la pelea, exactamente 28 segundos después de haber iniciado la cuenta de protección. Nada que criticarle al árbitro: hizo lo que tenía que hacer.El peleón Barrios-Freitas de la medianoche del domingo se pareció bastante a estas grandes peleas que forman parte de la mejor historia del boxeo argentino. A la epopeya de “La Hiena” le faltó un final feliz porque a los noqueadores fulminantes como el brasileño siempre les queda un segundo para poner la mano y dar vuelta todo. Pero, aun en la derrota, nadie podrá reprocharle nada a Barrios. En la noche más importante de su vida como peleador, puso la piel, el alma, la sangre y algunas otras cosas más sobre el ring del Miami Arena y no le alcanzó; nada más ni nada menos que eso.
Ese medio minuto selló el destino final del combate. Freitas (59,867 kg) encontró la tregua que necesitaba para sobrevivir en pie. Y a Barrios (58,514 kg) lo terminó de desbordar la ansiedad. Se abalanzó sobre el brasileño buscando la definición que suponía inminente. Y en el segundo 180 de un round inolvidable, sobre el tañido de la campana (y no después como insinuó Mario Arano, el manager de “La Hiena”), Freitas descubrió un claro sobre la quijada de Barrios y disparó un derechazo de arriba a abajo que fulminó al argentino. Barrios se fue al piso dando toda la impresión de que resultaba imposible que pudiera levantarse. Cuando lo hizo, no sabía dónde y por qué estaba parado y sus piernas tenían la misma solidez que dos columnas de papel mojado.
Los 50 segundos que duró el 12º y último round estuvieron de más. Freitas volvió a derribarlo a Barrios con un cross de derecha a la sien. “La Hiena” volvió a pararse e intentó cambiar golpe a golpe pensando que era posible ganar de milagro en un intercambio, pero pronto se dio cuenta de que no podía. Quiso amarrarlo al bahiano, pero se fue al piso. Cuando se incorporó, estaba tan mareado que el referí no tuvo dudas: decretó el triunfo de Freitas por KOT (el 31º por fuera de combate en 34 combates) y la derrota de Barrios, la segunda en 38 peleas y la primera antes del límite. Hasta ese momento, las tarjetas de los jurados reflejaban el tenso equilibrio que gobernaba en la pelea: Freitas ganaba 106-103 en la de Denny Nelson; en la de Guy Jutras, Barrios iba adelante 106-105 y en la de Peter Trematera, los cómputos daban un empate en 105. Líbero lo tenía a Barrios con ventaja: 106-103.
¿Qué conclusiones debe extraer “La Hiena” de esta ilusión que dejó de ser? En principio, ratificó que tiene un corazón que se le escapa del pecho. Del round 1º en adelante, cuando Freitas hizo diferencias a partir de la solidez de su zurda en jab, peleó a punta de coraje. Y se sobrepuso a un corte bravo debajo de la ceja izquierda que le apareció en el round 3º, que le ensangrentó el rostro y que su rincón nunca pudo controlar. Esavirtud terminó convirtiéndose en su principal defecto: apostó todo a llevárselo por delante a Freitas con su estilo desmañado. Forzó la pelea con su torso echado hacia adelante y sus piernas en avance permanente, pero sin golpes efectivos, a excepción de los dos que derribaron a Freitas. Y en esa búsqueda insaciable, sacrificó línea y eficiencia. Barrios expuso un temperamento conmovedor, emocionante, imposible de dejar de admirar. Le faltaron lo que tuvo Freitas siempre, aun en los peores momentos: orden y un plan de pelea.
Pero ni siquiera esa carencia debe impedir reconocer que “La Hiena” se consagró, pese a la derrota, como un boxeador de escala internacional. Justificó sus posiciones en los rankings mundiales (3º en la Asociación y 2º en la Organización). Y quizás, ahora más que nunca, las puertas del boxeo grande de los Estados Unidos se hayan abierto de par en par para él. Arthur Pelullo, el manejador de Freitas, fue cauto a la hora de asegurar la revancha e insinuó que, luego de desembarazarse de Barrios, “Popó” apunta al desquite con el cubano Joel Casamayor, a quien le ganara las coronas superpluma de la AMB y OMB en enero del 2002, y luego a desafiar a Floyd Mayweather por el título de los livianos del Consejo. Si Freitas-Barrios llegaran a pelear otra vez, será en el 2004 (¿en enero quizás?). Antes, “La Hiena” deberá tomarse un largo descanso para recuperarse de la media hora más intensa de su existencia, resistir las tentaciones de retornar a una vida mediática que lo aparta de sus objetivos y seguir haciendo buena letra sin desviaciones, mientras espera que su teléfono suene desde los Estados Unidos. Llamadas va a haber, eso es seguro. Siempre harán historia los guapos de verdad como él.
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