Baby Bull Juan Diaz
28 de abril de 1997
Foxwoods Resort Casino, de hantucket,ConnecticutUnificación
Títulos OMB & AMB
Categoría Liviano Acelino Popó Freitas vs Juan Díaz
La carrera boxística de Popó Freitas abarca 40 peleas desarrolladas a lo largo de casi doce años de profesionalismo y la gráfica muestra una línea recta evolutiva que solo se interrumpe, de manera abrupta, allá por la retícula número 36. El recordado Diego Chico Corrales fue quien finalmente pudo bajarle la barrera al impecable andar del campeón brasileño. Con KOT10 y arrebato del título incluidos, le propinó a Freitas una derrota tan inapelable como clara, que lo obligó junto a su entorno familiar y boxístico, a enfrentar la severa disyuntiva de replantear su continuidad en los rings. Pero todo eso había ocurrido en el año 2004, cuando Popó rondaba los 29 años y aún estaba fresco el recuerdo de sus dos importantes triunfos ante Jorge Rodrigo Barrios (2003) y Joel Casamayor (2002). Fue entonces preciso revalidar sus pergaminos por la vía de algún triunfo inmediato, que inspirara confianza, y eso fue lo que ocurrió unos meses más tarde, no sin ciertas dudas ante el argentino Fernando Saucedo en Sao Paulo (DU10), pero con un convincente KO1 en Bahía ante el panameño Fabián Salazar. Después vino aceleradamente la hora de otra prueba de fuego para volver al ruedo con todas las luces: el 29 de abril de 1996 Acelino reconquistó el título liviano vacante de la OMB y avanzó hacia el último tramo de su carrera de pugilista, al vencer a un duro boxeador de Filadelfia como Zahir Z-Man Raheem, por decisión dividida y al cabo de doce rounds.
Acelino Freitas
Y Juan Diaz no era precisamente lo que el médico recetaría para curar los males de Acelino Freitas. El brasileño llegó incluso a anunciar brevemente su retiro después de la ajustada victoria sobre Raheem. Y eso dice que su confianza no estaba del todo reestablecida. A pesar de tres victorias consecutivas, el aura de invencibilidad que se había esfumado ante Chico Corrales no daba muestras de querer revivir. Raheem fue un rival complicado pero no puso en zozobra la resistencia anímica de Freitas, Juan Díaz (31-0, 15Kos), en cambio, con su sofocante estilo y con su rebozante optimismo, es el tipo de boxeador que saldría a presionar hasta encontrar el punto de quiebre anímico, y si Freitas a sus 31 años estuviera irresuelto o anduviera con dudas, ante Juan Díaz esas dudas no tardarían en salir a la superficie.
"Esta es una gran oportunidad para mi, es obvio que Freitas es un gran rival. Y es lo que he estado esperando durante toda mi carrera"
"Me sorprendió un poco que aceptara pelearme pero me alegra que lo haya hecho. Al comienzo de su carrera, avanzaba muchísimo y colocaba mucha presión sobre sus oponentes pero contra Raheem retrocedió muchísimo".
"Tengo que respetar al poder de su pegada pero yo soy un boxeador agresivo. No soy un noqueador de un solo golpe como es el, pero cargo una enorme presión sobre el rival. Puedo lanzar 80 a 100 golpes por round todas las vueltas. Voy al cuerpo. Hago que mi rival trabaje duramente. De esa forma hago que se cansen y termino por agotarlos."
La hora del retiro de un boxeador nunca es elástica. Y no depende de su reserva anímica. Es una estación de llegada con un cartel muy grande y muy visible. Cuando se ha perdido la convicción, y el recio noqueador ya no lanza los golpes con la carga de actitud, entrega y energía que los hacía imparables. No se trata de estar atravezando un mal día. Cuando se demora un instante la resolución de un esquive o de un paso de salida o de un avance, esa es la hora de bajarse del ring. Y es la hora más difícil de todas. Es el golpe que en general, más duele.
"Esta pelea se va'cabar ahora"... la voz segura de Oscar Suarez (manager de Popó Freitas) señala el instante más trascendental en la carrera de un gran boxeador y está resaltado en este tape.
"¿Usté tá pa'seguir o no está pa'seguir?"....
Ni una palabra siquiera para responder a esa pregunta. Apenas un leve giro de cabeza para confirmar el arribo seguro al punto de llegada...
Luego, viene aquello que si depende de un resto anímico: transformar el duro momento de la decisión final en un arribo felíz lo antes posible. Las felicitaciones al ganador, el reconocimiento y las palabras de aliento para quien recién arranca en este duro camino que tiene un final preciso. El abrazo con los colaboradores, la emoción y beber el gesto de aprobación unánime que viene puesto, entre otras, en un beso de bienvenida por parte de su esposa.
El deporte del boxeo es fundamentalmente eso. El resto, el de los retiros en ambulancia, formará parte de algún negocio, pero no forma parte de esta disciplina.
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