Combate completo
Fue la primera vez que se utilizó la expresión o slogan "La pelea del siglo". Fue mucho antes de una Alí-Liston, Alí-Frasier, Alí-Foreman, Hagler-Hearns, Hearns-Leonard, Leonard-Hagler, Tyson-Holyfield, Chavez-Taylor, Morales-Pacquiao y cientos de otras.
Y fue la primer pelea en generar una atención mediática suprema. Noventa mil personas en el estadio de Polo Grounds de Nueva York. Fue el 14 de septiembre de 1923. "El asesino de Manassa, Jack "el gato" Dempsey contra el "Toro salvaje de las Pampas," nuestro Luis Angel Firpo. Hace casi ochenta y cuatro años.
Para estimular la venta masiva de radios, en la Argentina se montó una precaria transmisión radial (en realidad una retransmisión). Y como ocurriría muchas otras veces después, siguiendo el ritmo de las grandes hazañas deportivas, el pueblo se volcó a las calles. Abarrotando las veredas frente a las redacciones de los diarios "Crítica" o ante las pizarras armadas frente al Palacio Barolo.
Fue tal la conmoción de este suceso, que se forzó con el la legalización del boxeo en la Argentina. Se impulsó de manera fabulosa la popularidad de la radiofonía y la producción de nuevos aparatos de radio, quedando agotados todos los existentes hasta ese momento. Se declaró al 14 de septiembre el día nacional del boxeador.
Desde el alba, una enorme muchedumbre formaba largas filas para adquirir las entradas populares que se vendían el mismo día del combate. A las 4.30 PM se abrieron las puertas e ingresaron los primeros 10 mil fanáticos de los 90 mil que terminaron presenciando la pelea. El tránsito vehicular en la zona cercana al estadio era un caos y el caudal de personas que se acercaban en las líneas de transporte formaba una marea humana. Según un cable noticioso de la época: “Hacia las 7 PM comenzó un verdadero alud humano. Las líneas elevadas de las Avenidas Sexta y Novena, que corren por la Octava Avenida y tienen estación frente al mismo Polo Grounds, lo propio que los trenes subterráneos que corren por la Lenux Avenue y la Jeronie Avenue, funcionaban a su capacidad máxima de transporte, sucediéndose los convoyes especiales con intervalos de segundos entre uno y otro”.
Palacio Barolo
Hubo 1000 cronistas. 300 solamente, en el ringside. Otros 700 en las gradas. En la Argentina no era menor la locura, 10.000 personas se reunieron espontáneamente frente al viejo edificio de "La Nación" donde un reflector anunciaría con luces de colores al vencedor.
La idea del "campeón moral", "del robo e injusticia", del "injusto perdedor" que perduraría en el imaginario nacional hasta su postrer exorcismo, talvez en 1978, también nació éste día de 1923. Un error del árbitro en el conteo –cuando el argentino había tirado fuera del ring a su oponente– hizo que la contienda continuase y que Firpo, al final, terminara noqueado.
Desde 1922 el Toro salvaje de las Pampas se había radicado en los EE.UU. para esperar una chance. Y había realizado una notable campaña de once victorias consecutivas, diéz de ellas por knock-out, derrotando a dos figuras importantes Bill Brennan y al ex campeón Jesse Willard.
Y el arte y la literatura se hicieron eco de este dolor nacional, como bien lo expresa Julio Cortázar en "Circe": " Vino la pelea Firpo-Dempsey y en cada casa se lloró y hubo indignaciones brutales, seguidas de una humillada melancolía casi colonial."
Con el húmero fracturado y sin que nadie lo supiera (salvo sus más allegados) subió al ring ese 14 de septiembre de 1923 . Perdió por K.O. en 2 rounds ante Jack Dempsey, tras tirarlo al Campeón de los pesados fuera del ring, en el Polo Grounds de Nueva York. Era una pelea a 15 rounds por el Campeonato Mundial de los pesados. Dempsey pesaba 98,201 kilogramos, y Firpo 87,315 kilogramos. El árbitro Johnny Gallagher, quien fuera suspendido cinco semanas después por la Comisión Municipal de Nueva York. los detalles de este tremendo e histórico enfrentamiento son: Firpo cayó siete veces en el primer round y dos en el segundo. Dempsey cayó fuera del ring por 17 segundos, en el asalto inicial. Ese día Firpo quedó en la leyenda de los argentinos. Ese día se grabó con gusto amargo por la injusticia de un arbitraje parcial. Firpo cayó 9 veces, sí; pero no habría sido asi de haber hecho justicia con el contrincante que estuvo fuera del ring durante 17 segundos. El combate se transformó en un mito que aún hoy perdura. Es la "pelea del siglo" y los argentinos saben a qué se refiere la frase.
Firpo fue como el Guillermo Vilas del boxeo. No solo hizo buenas peleas, sino que también hizo muy buenos negocios. Su habilidad para manejarse con el legendario Tex Rickard, un adelantado de Don King en los años 20´s, le permitió dividir una bolsa de más de 1 millón de dólares en partes casi equivalentes: 27,5% para Dempsey, que era la estrella del boxeo norteamericano, y 20,5 para él, algo impensable hoy en día.
Teniendo en cuenta que en esta época aun no existía ni la cuenta de protección para el boxeador caído, ni la obligación de retirarse al rincón más lejano para su rival, la mayoría de las caídas de Firpo (7 en total) fueron tratándose de incorporar. Tampoco el argentino reconocía los números de su conteo y casi nunca esperó hasta "nueve" para incorporarse. Así y todo, casi al finalizar el primer round sacó un gancho de derecha antológico que hizo volar al campeón hasta el ring-side. Esa imágen ha recorrido el mundo desde entonces y forma parte de los momentos históricos del boxeo.
Dempsey fue "rescatado" y devuelto al cuadrilátero por el comentarista Jack Lawrence y el operador de Western Union, Perry Grogan. Todos quienes recuerdan el hecho afirman que Dempsey tardó muchos segundos en volver al ring, se afirma incluso que el film de la pelea fue adulterado porque probaba categóricamente la derrota del campeón. La polémica fue gigantezca, Demsey diría después que se había resbalado tratando de esquivar los golpes y quienes lo ayudaron, Lawrence y Grogan, volvieron a ser famosos cuando fueron despedidos de sus trabajos. Se podría decir que todo contribuyó a engrandecer el mito de esta pelea.
“El argentino consiguió colocarle un terrible golpe de derecha, cuya pujanza fue tal que levantó a Dempsey en alto y lo arrojó sobre las cuerdas del ring, en el lado que daba a los asientos reservados a los representantes de la prensa. Los corresponsales de los diarios ayudaron a Dempsey a que volviera al ring, desenredándole de entre las cuerdas”.(Relato de la agencia "All America")
Como las reglas del boxeo aún no eran familiares, En Argentina, una noticia falaz, que se propagó como reguero de pólvora, aseguraba que Firpo era el nuevo campeón. Incluso, muchos fanáticos se enteraron de la mentira al otro día, al leer los diarios, tras haber celebrado toda la noche. El error se motivó a una idea errónea surgida al pensarse que Dempsey había perdido al caer fuera del cuadrado. Las demoras informativas más la emoción de la muchedumbre hizo que nadie atendiera a los siguientes reportes que confirmaron la victoria del campeón.
Sin que nadie lo supiera (solo sus más cercanos colaboradores), Luis Angel Firpo subió al ring del Polo Grounds ese 14 de septiembre de 1923 con el hueso húmero fracturado. Perdió por knock-out en 2 rounds, pero entró en la historia mundial y grande del deporte.
Al regresar a la Argentina, Firpo tuvo la recepción de un héroe nacional y aguardó una revancha que nunca le ofrecieron. Dempsey esperó tres años para volver a pelear, resignando su corona a la siguiente pelea, con Gene Tunney. Ante Firpo fue su último gran desempeño. Por lo tanto, talvéz sea cierto, este combate fue la famosa "Pelea del Siglo". O simplemente, a vista de las emociones que siguió regalando el boxeo desde entonces, la Dulce Ciencia (The Sweet Science), pero de otros días.
Luis Angel Firpo
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