Michael "Manitas de Piedra" Carbajal
Una notable fortaleza anímica y atlética combinada a una extensa carrera amateur de 103 combates, a una tradición de estilo boxístico dentro del mismo marco familiar, con un torneo Golden Gloves conquistado en 1986, una medalla de plata en los Panamericanos de 1987, un campeonato nacional minimosca en 1988 y una destacada performance en los Juegos Olímpicos de Seoul de 1988 -medalla de plata con sabor a robo en la pelea final por el oro- fueron el basamento para una no menos formidable escalada profesional (49-KO33/4-KO1/0), que se ext endió por diez años en un nivel competitivo impecable, período interrumpido brevemente por diecinueve meses luego de un único nocaut recibido de Jacob Matlala en 1997, en ocasión de una pelea que fue detenida por cortes. Fue bicampeón FIB entre 1990-1994 y entre 1996-1997, y lució eventualmente los cetros del CMB 1993-1994 y la OMB 1999 hasta su retiro. Todo eso es lo que lo lleva a colocarse entre los mejores minimoscas de todas los tiempos, junto al japonés Yoko Gushiken o el panameño Hilario Zapata, y a obtener su promoción al Salón de la Fama Internacional del Boxeo en el 2006, casi de la mano de su sombra o partener en toda esa gloria, su eterno socio y archirival:
Humberto "La Chiquita" González
La inclusión simultánea de "La Chiquita" González en el IBHOF del 2006, (43-31KO/ 3-3KO/0) tienen un correlato con éxitos deportivos igualmente significativos que los de Michael. Veintitres peleas como aficionado -todas ganadas-, comienzo de su carrera rentada en 1984 y seis años de andar incontenible (30 peleas ganadas-25 nocauts) antes de sufrir su primera caída por ko6 en su primer intento por conquistar el título mundial minimosca, ante el filipino Rolando Pascua en 1990. Precisamente este último perdería su título a su siguiente defensa, frente al mexicano Melchor Cob Castro, de quien el mismo González tomaría su revancha el 3 de junio de 1991 en Las Vegas, obteniendo asi el cetro mundial por el CMB. En el siguiente año, Humberto González expuso su corona de manera victoriosa en cuatro oportunidades, ante Domingo Sosa, Kwang Sun Kim, Napa Kiatwanchai y la revancha ante el mismo Melchor Cob Castro a fines de 1992.
El 13 de marzo de 1993, tuvo lugar la primera de las tres batallas entre Carbajal y González. La pelea fue unificatoria de los cinturones de la FIB y CMB de las 108 libras y se realizó en el Hilton Hotel de Las Vegas, Nevada. Ambos eran artífices destacados en los centros del boxeo más importante de la costa oeste. La promoción estuvo a cargo de Top Rank de Las Vegas y Los Angeles Forum. Bob Arum había estado detrás de la carrera de Carbajal durante mucho tiempo, y fue el primero en descubrir la veta de un negocio formidable alrededor de la figura del boxeador de Phoenix. Nunca antes las herramientas de promoción se habían empleado al máximo para el apuntalamiento de figuras boxisticas de las categorías menores. Carbajal era finalista olímpico, y tenía un perfil de ascendencia latina muy marcada. Y González era por su estilo explosivo, uno de las principales atracciones masivas del público hispano con su base en Los Angeles-California. Podía ser la combinación exacta que abriera las puertas a un beneficio televisivo del que la cadena HBO tampoco quiso quedar al margen. Michael Carbajal y Humberto González crearon la pauta de lo que sería la posterior demanda de televisión prepaga, que abriría las puertas al fenómeno de Oscar de la Hoya. Para ésta velada se vendieron 160 mil conexiones de TVKO (la antecesora de PPV en HBO) lo cual es una cifra record en esta división. La bolsa fue consecuentemente suculenta. Nunca antes ni después en esta categoría, se volvería a superar la cifra superior al millón de dólares que le correspondió a cada uno de los boxeadores.
La fusión de esos dos grandes negocios quedó evidenciada en un detalle de organización: Michael Buffer hizo la presentación de Michael Carbajal para el público de Las Vegas y Jimmy Lennon Jr. hizo lo propio con González para el público californiano. La campana inicial estuvo precedida de las recomendaciones generales y la consabida frase "Let's get it on" a cargo del referee Mills Lane. La contienda tuvo todos los elementos épicos y contimentos de drama necesarios para ganarse la consideración de "Pelea del año"1993 par los especialistas de la revista The Ring y los oficiales del CMB.
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