El legendario Howard Cossel lo había calificado como pleito "horrible y carente de dotes boxísticas." Pero el legado de Foreman-Lyle (24 de enero de 1976) ha permanecido inalterable y en sitio preferencial de la memoria de los amantes de la acción durante todos estos años. Siempre ocupando alguno de los casilleros superiores de casi todas las listas de combates favoritos de la historia del boxeo.
El empate clavado de portes y de potencias hacía presagiar una pendencia brutal. La que siguió fue histórica. Un calvario de sudor, exento por esta vez de lágrimas o de sangre. Un festival de golpes y puro fuego sagrado, que exhala un extraño bouquet embriagador. Un elixir que siempre vuelve a cautivar el paladar de los exigentes catadores del ringside.
Ron Lyle - George Foreman
El ex campeón del mundo George Foreman 40-1-0, no peleaba desde hacía casi 15 meses y había atravezado un período de conmoción luego de la devastadora derrota (Rumble in the Jungle) ante Alí en Zaire. Solamente una vez, en 1975, había quebrado su larga siesta deportiva para participar de unas exhibiciones en la ciudad Toronto, noqueando en esa oportunidad a 5 improvisados boxeadores en una reunión que no hizo más que socavar aún más su magullada imagen. Pero inmediatamente después comenzó a reorganizar su entorno deportivo y contrató los servicios de Gil Clancy y del entrenador de "Mantequilla" Nápoles, el mexicano Kid Rapidez.
El elegido para comenzar a rehacer su historia era el por entonces número 5 del ranking, Ron Lyle 31-3-1, quien también había perdido con Muhammad Alí, pero de forma mucho más decorosa: con un KO11 y luego de haber ido ganando gran parte de la pelea y estando adelante en las tarjetas. Además, Lyle se había recuperado inmediatamente después con una victoria resonante: KOT6 ante Earnie Shavers. En esa oportunidad, Lyle ganó de manera convincente aun después de haber andado por el piso en el segundo round, algo que de por si reforzaba su confianza.
Ron Lyle tuvo una vida dificil siendo el tercero de una familia de diecinueve hermanos, y a raíz de un homicidio simple fue a la carcel con una condena de 6 años, plazo que cumplió en la penitenciaría de Canon City, en el Estado de Colorado. Durante su estadía en la carcel fue apuñalado en el abdomen y declarado por los medicos "clínicamente muerto". No obstante, le salvaron la vida de milagro con una intervención quirúrgica que duró más de 7 horas. Por ese motivo, su comienzo en el boxeo es verdaderamente tardío (en 1971, a la edad de 30 años), pero su ascenso es meteórico y en apenas 4 años (30-2-1 ) consigue su chance por el título completo.
Ante Alí, Ron dominó esa pelea hasta el décimo round y estaba ganado en todas las tarjetas. Pero una contra fulminantemente en el undécimo lo puso knock out y debió comenzar todo otra vez desde el principio.
En uno de los momentos cruciales del combate, George Foreman ve nuevamente aparecer a los fantasmas de la derrota y regresa al rincón apenas salvado por la campana.
Su nuevo maestro, Gil Clancy, es quien lo arenga entre rounds para sacar de sí hasta lo último que le queda: "El está sentido y vos también lo estás… Ganará aquél que quiera más esta pelea." Y empujando con su índice sobre el pecho masiso de Foreman le dijo "¿Sos el que más lo quiere?""Seguro que si, Gil," contestó Foreman. Pero cuando salió de su banquillo para el quinto round fatal, le temblaban las rodillas.
En el centro del del cuadrilátero, ambos contendientes se deciden a concretar la faena y comienzan a lanzarse sus interminables salvas mortales. Un fuerte gancho de izquierda hace volar el protector bucal de Ron Lyle.
"Cuando pierdo el bucal," dijo Lyle posteriormente, "perdí transitoriamente el control sobre mi respiración.
El aluvión de golpes por parte de Foreman llevan a Lyle sobre un rincón y luego parece desplomarse de frente. Cuando alguien cáe así de frente, difícilmente logre reincorporarse. Y exactamente a 32 segundos del final de la quinta vuelta, el referee Charles Roth alcanza a completar la cuenta de diez.
"Definitivamente fue la pelea más dura que tuve jamás," diría Foreman luego del final. "Podría haber sido para cualquiera, pero creo que he mostrado una enorme determinación. Demostré que tengo algo de corazón y que también podría haberlo aprovechado en Africa" en alusión al nocaut de Alí.
"Pero esta vez tenía instrucciones sobre qué debía hacer en caso de ser golpeado," agregó Foreman en referencia a los consejos de Clancy. "Y ni se me ocurrió mirar hacia el rincón, sabía que me debía incorporar. Cuando me tiró me dije..." y disculpenmé lo que voy a decir, "soy un m.... si voy a dejar que alguien me ponga nocaut".
2 comentarios:
Maravillosa crónica de esa gran pelea, que no dejo de ver y ver pues se asemeja mucho a la vida, qué gran combate de 2 grandísimos gladiadores. Saludo afectuoso desde México.
gran comentario de esta pelea memorable, lo que no me gusta y omiten todos es cuando repiten que Lyle le estaba ganando a Ali, no se dan cuenta que Ali jodio casi toda la pelea, empezo a pelear en el 8 recién.
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