Un Gran Hermano de los vuelcos
Un pugilista carismático y singularmente informal. Indisciplinable. Pero poseedor de una amalgama de talentos de diversa fuente estilística que más de uno envidiaría. Como que viene de Caleta Olivia: uno de los mas pródigos rincones del boxeo de la argentina, que siempre fue una garantía de aplicación a los mandatos del manual. Recio pegador, curtido asimilador de castigo, tenáz definidor, caliente fajador, atleta rebelde por naturaleza y desencontrado con el esfuerzo de entrenar, lleno de escusas como de astucia, sabedor de la compleja tela de recursos, artimañas y artilugios con los que los experimentados luchadores saben seguir andando sobre sus pies aun en los peores momentos y además, un imán de la crítica y de la atención mediática.
Un incansable hacedor de noticias sensacionales, con rara habilidad para salir ileso de adentro de los cofres de Houdini, donde se encierra voluntariamente casi por costumbre, y tipo bien de abajo, venido y vuelto, que toda su vida vivió vertiginosamente y sin reparar en lo que arriesga ni en lo que gana, ni en lo que va dejando por el camino. Amante del hoy, quien nunca se va a ir a dormir demasiado temprano, ni mucho menos sobre sus laureles. Ducho conocedor de dos de las más puras escuelas del rigor: el hambre y la calle.
Un incansable hacedor de noticias sensacionales, con rara habilidad para salir ileso de adentro de los cofres de Houdini, donde se encierra voluntariamente casi por costumbre, y tipo bien de abajo, venido y vuelto, que toda su vida vivió vertiginosamente y sin reparar en lo que arriesga ni en lo que gana, ni en lo que va dejando por el camino. Amante del hoy, quien nunca se va a ir a dormir demasiado temprano, ni mucho menos sobre sus laureles. Ducho conocedor de dos de las más puras escuelas del rigor: el hambre y la calle.
J.'Locomotora' Castro vs John David Jackson[I]
210 Mb
El10 de diciembre de 1994 sobre el ring de un abrazador estadio de beisbol en Monterrey, Mexico, con más de 30 grados de temperatura y ante los ojos de un mundo, Jorge Fernando "Locomotora" Castro, "El Roña", que buscaba el título mediano de la AMB vacante, se enfrentó con el norteamericano John David Jackson, en lo que la prestigiosa revista "The Ring Magazine" llegó a considerar "La Pelea del Año" 1994.
Y esa calificación talvez no tenga mucha explicación en el desarrollo del combate, que fue de muy escaso brillo, pero la tiene de algún modo cuando se topa casi por milagro, con uno de los finales más dramaticos que tiene la historia del boxeo.
El encadenamiento de las imágenes que vuelan con la evocación de este célebre nocaut, están siempre teñidas de las historias de Castro, esas historias a las que el Roña nos tuvo acostumbrados siempre:
Tenía dos apósitos gigantes sobre sus cejas, sujetos por una venda que le envolvía la cabeza pero que no impedía divisar las inflamaciones de la cara. Estaba sentado frente a los periodistas en un salón aledaño al vestuario del estadio de beisbol de Monterrey, México, cerca de la medianoche del 10 de diciembre de 1994. Pretendía reirse y no podía, por las lastimaduras de la boca. La imagen de Jorge Locomotora Castro era patética. Un rato antes había protagonizado un milagro del boxeo. Cuando estaba recibiendo una paliza inolvidable, desbordado por la velocidad y la técnica del invicto John David Jackson, cuando ya sabía que ese noveno round era él último que le permitía el médico, cuando todos -hasta sus compatriotas- pedían el final del desigual combate, cuando el zurdo estadounidense se pasaba de sobrador, ocurrió la epopeya: hizo pasar un lanzamiento del rival por encima de la cabeza y cuando se erguía metió la zurda explosiva, definitiva. Jackson se levantó absolutamente obnubilado y con la complicidad del árbitro sudafricano Stanley Christodoulou recibió el pase para continuar. Volvió a caer. Y se repitió la escena, hasta que la tercera marcó el nocaut automático. Nadie lo podía creer. Jackson era la máscara del desconcierto.Fue por eso que el inefable Don King parecía poseído cuando gritaba: Este es el verdadero Rocky...Porque Stallone lo hace en el cine y cobra 10 millones de dólares. Castro lo hizo de verdad.... Y lo premió como el boxeador de la noche en una reunión en la que había estado Julio César Chávez, el ídolo mexicano, nada menos.
(Horacio Pagani) Clarin -
[http://www.clarin.com/diario/1998/02/20/r-05201d.htm]
El encadenamiento de las imágenes que vuelan con la evocación de este célebre nocaut, están siempre teñidas de las historias de Castro, esas historias a las que el Roña nos tuvo acostumbrados siempre:
Su desmesura total, que lo llevó siempre a otorgar ventajas de peso. Regalando parte de su velocidad natural y de sus buenos reflejos. Comenzó su carrera siendo welter en 1987 con 67 kilos y la terminó veinte años después, desafiando lo mismo a la Mole Moli que a Mike Tyson en la categoría pesados, cuando su último esfuerzo ante una balanza, este año, registró 82 kilos. En un momento, caso único en el mundo, llegó a estar incluido en los rankings de tres de los principales organismos, en tres categorías diferentes: sexto entre los supermedianos de la AMB, décimo en los medio pesados de la OMB y trigésimo entre los cruceros del CMB. Y para rematarla, durante ese mismo período hizo una pelea con Miguel Angel Robledo, en la que pesó 86,4 kilos -200 gramos excedido- técnicamente cabiendo solo entre los pesados.
Su inagotable maleta de recursos para campear los peores temporales y permanecer de pie hasta el final, que fue lo que supo poner de de relieve ante notables de la talla de Terry Norris, Roy Jones Jr, Shinji Takehara, Roberto Durán o Vassiliy Jirov.
Su fiero orgullo de guapo dentro y fuera de los rings, con destellos del Ringo de Alí o del Galíndez de Richie Kates, que fue lo que por encima de su capacidad boxística le permitió propulsar reiteradas y milagrosas vueltas de sus infiernos. Como aquella que le dejó volver a calzarse los guantes para una pelea oficial después de 20 días en estado de coma.
Sus inefables extravagancias, que pareciera que no conocen el límite del mal gusto, que lo llevaron a pintarrajearse el pelo con los colores de Boca, o a aparecer luciendo extrañas geometrías de naranjas, de verdes y de celestes rabiosos en algunas de sus peleas. Pero que también, le abrieron de par en par las puertas del ciclo de Gran Hermano Famosos del 2007 por TLF, donde brilló, enterneciendo a sus votantes, con su conocido histrionismo y simpleza de personaje auténtico y desenfadado. Durante su estadía tras los muros de GH, el ex canillita y sufrido hijo mayor de una familia separada, con una madre libertina y un padre golpeador, que vivió penurias para ayudar a sus otros tres hermanos, se despachó casi diariamente contando las extensas crónicas de su vida. Entre sus confesiones impactantes reconoció haber mantenido -alguna vez- relaciones con homosexuales a cambio de dinero y haber manejado borracho durante sus -casi fatales- accidentes automovilísticos.
______________
______________
Con 130 peleas ganadas como profesional (incluidos 90 KOs), 11 perdidas y 3 empates, el santacruceño es el boxeador sudamericano más ganador de todos los tiempos. Entre combates amateurs y rentados cuenta con más de 250 peleas disputadas.
Desde 2005 en adelante participó activamente de los festivales "KO A LAS DROGAS" que auspicia la Asociación Mundial de Boxeo en distintos lugares de América Latina.
1 comentario:
Bravo roña
Publicar un comentario