sábado, octubre 25, 2008

Leon Spinks, la vida sigue igual

http://graphics.boston.com/bonzai-fba/Globe_Photo/2005/12/21/1135185219_5392.jpg

De la riqueza al Lampazo

No se puede mostrar la imagen “http://cache.boston.com/bonzai-fba/File-Based_Image_Resource/bcom_logo_000066.gif” porque contiene errores.

Años después de haber conocido la fama mundial y la fortuna, bajarse de la gloria fue muy duro para Leon Spinks.

El ex campeón mundial de los pesos pesados Leon Spink todavía conserva su famosa sonrisa desdentada, que fue lo primero que desplegó luego de vencer a Muhammad Ali en 1978, aunque por estos días trabaja de sereno los fines de semana en una YMCA (Young Men's Christian Association) de Columbus, Neb. (Foto de Globe Staff / Stan Grossfeld)

COLUMBUS, Neb. -- En el centro familiar YMCA de Columbus, una mañana de un sábado reciente, el campeón solo le pega a la máquina que marca su tarjeta. El hombre que supo destronar a ALI en una noche de febrero de 1978, en uno de los más grandes batacazos de la historia del boxeo, se calza los guantes -pero no los guantes Everlast de color rojo, sino unos guantes anaranjados de goma que usan para la limpieza. Metódicamente toma el carrito de los cepillos y los productos de limpieza y se pone a trabajar.


http://graphics.boston.com/bonzai-fba/Globe_Photo/2005/12/21/1135177529_5808.jpg

A los 52 años, Leon Spink ha terminado su caída libre en las Grandes Planicies. Casi en ruina, pero lejos de sentirse quebrado el ex titular de las coronas del Concejo Mundial y de la Asociación Mundial de Boxeo (y medalla de Oro Olímpico), pasa sus días luchando contra sus fantasmas -la demencia, el aburrimiento y una obseción: quiénes se aprovecharon de él.


The image “http://www.boxeo.org.ar/fotos/foto0406.jpg” cannot be displayed, because it contains errors.


Photo Gallery Galería de fotos: La suerte de los Spinks


No hay ni un rastro de tristeza en Spinks. "Hay un monton de gente por ahí," el piensa, " que está mucho peor que yo." "No importa lo que uno haga" dice el custodiador, "sino cómo se lo hace".

Ali está un poco hinchado y tembloroso agobiado por la enfermedad de Parkinson. El Superdomo de Louisiana, que albergó Ali-Spinks 2 solo siete meses después de la primera pelea, ya cerró, destrozado por la furia del Katrina, y los habitantes de Nueva Orleans andan todavía errantes y desamparados. Pero Spinks anda ganandose el pan en un trabajo diario y honesto.

"Uno hace lo mejor que puede," dice ahora.

Todavía se mantiene por si mismos y con dignidad, todavía deja verse con esa sonrisa a la que le faltan varias piezas, incluso cuando todos se preguntan por qué.

Por qué Leon Spinks anda por acá, en Columbus, una ciudad de 20.971 h, dividida por las vías de los trenes de la Union Pacific.

"Bueno, todavía respiro, y sigo haciendo dinero," dice Spinks, aunque admita que llegó hasta acá engañado por una mujer que encontró por el camino.

''Estoy contento con la vida. Sigo luchando. No abandonaré nunca en la vida."


The image “http://graphics.boston.com/bonzai-fba/AP_Photo/2005/12/21/1135177215_9178.jpg” cannot be displayed, because it contains errors.
Spinks, fotografiado en Las Vegas
luego del triunfo sobre Ali.


El paso de los años ha sido duro. Se divorció y vivió por un tiempo en un asilo de Saint Louis East. Trabajó de portero en el restaurant Mike Ditka's de Chicago. Dice que colaboró con la apertura de un gimnasio de Detroit y que hizo trabajos indecorosos en California.

Hoy limpia el local del YMCA por $ 5.15 la hora los fines de semana, aveces descarga camiones en McDonald's, y se ofrece de voluntario para ayudar a los que no tienen hogar. Y jamás se aparta de ningún chico que le pida un autógrafo o un concejo.

"Aveces resulta saludable alejarse de las ciudades y tomar un poquito de aire limpio, tener un poquito de espacio" dice el campeón. "Me encantaría esnseñarle boxeo a los chicos de aquí." "No hay nada que hacer acá más que meterse en problemas."

Veintisiete años después, todavía está fuerte y atlético, sus biceps todavía están marcados, todavía es un hombre que inspira respeto. Anda con una gorra de lana del Spiderman puesta debajo de otra gorra de baseball, de los Medias Blancas, puesta hacia atrás, un pullover verde sobre una remera blanca, pantalones de jean, y botas de trabajo. Solo cuando se mueve se lo nota un poco tieso y renguea un poco.


http://graphics.boston.com/bonzai-fba/Globe_Photo/2005/12/21/1135178886_9280.jpg

http://graphics.boston.com/bonzai-fba/Globe_Photo/2005/12/21/1135180419_7426.jpg

Siete años después, New Orleans recibió la revancha de Alí-Spinks.
Alí, que tenía 36, lució mejor preparado y ganó por decisión unánime.
Luego de perder la llamada "Batalla de Nueva Orleans, " Spinks fue
haciéndose progresivamente mortal en el ring. Tuvo una decepción
más, perdiendo una pelea por el título con Larry Holmes por knock-out
en el tercer round en 1981. Terminó finalmente su carrera em 1995,
con un record profesional de 26 victorias, 17 derrotas y 3 empates.


La taberna de los Glurs (est. 1876), es el bar más antiguo al oeste del río Missouri, ahí sirven mollejas fritas, justo de la manera en que le gustan a Leon Spinks. Brenda Glur, que nació en este lugar y cuyos familiares eran los dueños de ese bar , se asegura que León no tenga que ir de a pié por las calles cubiertas de hielo. Lo deja justo en la puerta. Y nunca permite que Leon, que tiene unas cuantas multas por infracciones de tránsito, conduzca.

Se conocieron hace muchos años cuando Leon andaba apenas sobreviviendo en Brandon, Missouri, y Glur era por entonces una encargada del vestuario en una gira de las Rockettes por ese lugar. Primero se hicieron amigos, la chica venía de una zona rural en los maizales de Nebraska y el muchacho grandote venía de las calles de St.Louis. Glur, cuyo abuelo y hermanos habían sido boxeadores y cuyo padre fue un campeón de los guantes de oro, dice que Leon siempre estaba haciéndola reir. Se enamoró de él y se dedicó a ayudarlo.

"Sentí que Leon tenía un potencial mayor que el de ponerlo a que se quede sentado en algún lugar tenebroso, hasta que tuviera algún lugar a donde ir o alguien se hiciera cargo de él," escribe ella en un E-mail. Hace un par de veranos atrás, se fue a vivir a una pieza del fondo de un gimnasio viejo y pestilente. Me fuí a acompañarlo, pero no lo pude tolerar. Dormíamos en ese piso sucio y usábamos un baño todo destruído que no tenía luz. Cuando yo llegué, ya hacía como un mes que estaba viviendo ahí. Solo me lo pude aguantar por un par de días!. Tuvimos que irnos."

'Ella es mi amiga y es mi amante," dice Leon.


The image “http://cache.boston.com/bonzai-fba/Globe_Photo/2005/12/21/1135182144_9920.jpg” cannot be displayed, because it contains errors.

Leon Spinks y su novia, Brenda Glur


Se mudaron a Columbus, a dos horas hacia el noroeste de Omaha.

"Suele tener días buenos y días malos," dice Glur, que es también la que maneja los negocios de Spinks. Los días malos es un tipo tranquilo y se hace dificil entenderle lo que dice a causa de los dientes que le faltan y de su demencia incipiente.

Spinks quiere que su epitafio diga "A hell of a fighter" (un enorme peleador). Pero después que perdiera la llamada "Batalla de Nueva Orleans, " Spinks fue haciéndose progresivamente mortal en el ring. Tuvo una decepción más, perdiendo una pelea por el título con Larry Holmes por knock-out en el tercer round en 1981. Terminó finalmente su carrera em 1995, con un record profesional de 26 victorias, 17 derrotas y 3 empates.

Pero su legado quedó disminuido de haber estado mucho tiempo sin trabajar, haber bebido demasiado, y haber peleado muchas veces por bolsas exiguas. Se convirtió en el único ex campeón de los pesos pesados, noqueado en el primer round por un boxeador que hacía su debut profesional: John Carlo en 1994.

¿Cree él acaso que su demencia pudiera ser el resultado de los golpes recibidos?....


1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.