miércoles, octubre 22, 2008

El brillante Nicolino Locche



NICOLINO LOCCHE





Nació en Tunuyán, Mendoza, el 2 de septiembre de 1939. Debutó como profesional a los 19 años, el 11 de diciembre de 1958, con una victoria por nocaut en dos asaltos sobre Luis García. Sería uno de los pocos nocauts que tuvo en su carrera de 136 combates.En 1961 ya era campeón ligero de Argentina, y en 1968, en su primera oportunidad titular, viajó hasta Tokyo para derrotar a Paul Fuji y convertirse en campeón mundial junior welter (hoy, superligero).




Defendió con éxito su diadema ante el venezolano Carlos "Morocho" Hernández, el brasileño, entonces invicto Joao Henríque, el estadounidense Adolph Pruitt, el español Domingo Barrera Corpas y el colombiano Kid Pambelé. Pierde la faja en la ciudad de Panamá, ante Alfonso "Pepermint" Frazer el 10 de marzo de 1972.

Al año siguiente hace un nuevo intento de conquistar la corona de las 140 libras, ahora ante Kid Pambelé y sucumbe por nocaut técnico en 10 asaltos, su única derrota antes del límite, al quedarse sentado en el banquillo.

Colgó los guantes en 1976, dejando un impresionante registro de 117 triunfos (solo 14 por KO), 4 derrotas y 14 empates. Murió a los 66 años el 7 de septiembre del 2005.

En diferentes oportunidades yo llevé hasta el gimnasio del Luna Park a dos neurólogos y realicé una prueba desconocida para muchos. Puse a un neurólogo al lado mío, mientras su entrenador Bermúdez daba la orden al sparring con firmeza de "tirarle con todos los golpes posibles a este vago". Me puse yo en una esquina del ring y mientras entrenaban le dije a Nicolino: "¿Qué tal campeón, anda bien?". Y él hizo un gesto afirmativo con la cabeza. Me pidió que yo siguiera hablando. Nadie podía creer lo que estábamos viendo y menos el neurólogo, que con los ojos dilatados me afirmaba: " ". Ocho días después invité a un colega del anterior y se repitió la escena. Mientras Locche paraba todos los golpes tenía la cabeza dada vuelta mirándome a mí. De esas diabluras hizo muchísimas. (Ulises Barrera, periodista argentino)

No sé si alguna vez observaste a ese vecino que es empleado administrativo que vive en el piso superior al nuestro. La mujer de este hombre le recriminó un día que había regresado más tarde de su trabajo. Al escuchar esto, miré mi reloj, porque conocía las costumbres del vecino y te comenté que había llegado tan sólo un segundo más tarde de lo habitual. Te reíste burlonamente y esto me decidió a dejarte esta nota que habla de la significación y trascendencia de un segundo. Cuando yo era más joven sabía con qué puño me iba a atacar el rival, fuere con el puño derecho o con el izquierdo. Era como una intuición. Con el tiempo mi cerebro daba la orden, pero mis brazos no respondían, o mejor dicho, tardaba un segundo más en armar la defensa dispuesta por el cerebro. ¡Ese segundo puede ser fatal para un boxeador o para cualquier otra persona! ¿Te das cuenta ahora qué es un segundo?". (de una carta de Ray "Sugar" Robinson -ex campeón mundial welter- a su esposa)

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